Human Rights Watch (HRW) afirmó a través de un comunicado que las elecciones parlamentarias en Irán, previstas para este viernes, serán «manifiestamente injustas a causa de la descalificación arbitraria de candidatos y otras restricciones».
«La votación para el reparto de 290 escaños llega tras la descalificación de cientos de candidatos en base a criterios vagos y poco definidos, y los líderes de la oposición tienen prohibida su participación al estar encarcelados o se negaron a hacerlo porque consideran que será una farsa», agregaron.
El 21 de febrero, el Consejo de los Guardianes, el órgano con poder de veto sobre los candidatos electorales en Irán, anunció la aprobación de 3.444 candidatos de los 5.395 que se inscribieron en un primer momento. El ministerio de Interior ya había descalificado anteriormente a aproximadamente 75, y al menos 35 de los que fueron sacados de los comicios son actualmente miembros del Parlamento.
«Las autoridades iraníes apilaron la cubierta con una gran cantidad de candidatos descalificados y el encarcelamiento arbitrario de miembros clave del movimiento reformista», dijo el subdirector de HRW para Oriente Medio, Joe Stork. «No hay transparencia alrededor de los vetos y la selección de los candidatos», añadió.
El sistema de veto de los candidatos al Parlamento y a la Presidencia implica varias fases. El ministerio de Interior lleva a cabo un primer corte en base a los criterios establecidos por la Ley Electoral. «Aunque algunos de esos criterios son concretos, como la edad y la formación educativa, la mayoría son extremadamente vagos, lo que permite a las autoridades tomar decisiones arbitrarias», manifestó HRW.
Los candidatos tienen cuatro días para apelar la decisión inicial del ministerio de Interior, que, una vez que tiene la lista definitiva de candidatos, la envía al Consejo de Guardianes, que es el que posee la última palabra.
HRW apuntó que en la última lista de candidatos descalificados por el Consejo de Guardianes figuran varios miembros del bloque sunnita en el Parlamento, entre ellos los líderes del mismo, Jalal Mahmudzadeh y Eqbal Mohammadi.
Las autoridades mantienen bajo arresto domiciliario a los líderes opositores Mir Hossein Musavi y Mehdi Karrubi desde febrero de 2011. Pese a que la esposa de Karrubi, Zahra Rahnavard, fue liberada en julio de ese año, la esposa de Musavi continúa detenida junto a él.
«Hace casi tres años, tras las elecciones presidenciales, millones de iraníes se manifestaron al grito de ¿Dónde está mi voto?», recordó Stork. «Hoy esas palabras siguen reverberando, recordándonos la determinación del Gobierno para negar a su gente el derecho a decidir sobre su propio future», argumentó.
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