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Ahmadinejad pierde fuerza en un Parlamento iraní sin oposición

Mahmud Ahmadinejad

Tres de cada cuatro candidatos del Partido Principlista, afín al gran ayatola Alí Jamenei, conseguirán un escaño en el Parlamento iraní, según resultados no confirmados oficialmente de las elecciones que ha recogido la cadena oficial de la República Islámica, Press TV.

Los resultados indican que, de los 290 escaños del Parlamento, los principlistas se hicieron con 112 asientos que se repartirán entre las tres corrientes que conforman su candidatura: el Frente Unido, el Frente de la Perseverancia e independientes.

Otros 28 escaños irían a los reformistas y sólo 10 a las formaciones políticas que respaldan al presidente Mahmud Ahmadinejad, cuya hermana Parvin habría fracasado en su apuesta para obtener un escaño parlamentario.

Los ciudadanos iraníes votaron para renovar 290 diputados de un Parlamento que seguirá dominado por los conservadores en el poder, mientras que la oposición rechazó participar para protestar contra la represión de la que es víctima desde 2009.

Como en cada elección general, el cierre de los comicios previsto inicialmente para las 18:00 horas locales fue postergado en varias ocasiones para permitir que el mayor número de ciudadanos votase.

Finalmente las oficinas de voto se cerraron cinco horas después del horario previsto.

Si bien el resultado parece establecido de antemano, el Gobierno llamó a los 48 millones de electores iraníes a concurrir en masa a las urnas para marcar su apoyo al régimen, enfrentado a severas sanciones internacionales y a una amenaza militar de Israel, debido a su controvertido programa nuclear.

Irán, cuyo programa nuclear fue condenado por seis resoluciones de la ONU, sufre desde hace dos años de un embargo comercial, financiero y ahora petrolero de los occidentales, que comienza a hacer mella en su economía.

En este sentido, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, dijo en Canadá que la comunidad internacional no debe caer en la trampa de reanudar las conversaciones con Irán sobre sus planes nucleares.

A pesar de sus reiterados desmentidos, los occidentales sospechan que Irán quiere dotarse de armas atómicas, e Israel multiplicó en los últimos meses las amenazas de ataques militares contra las instalaciones nucleares iraníes.

«En los últimos tiempos hubo mucha propaganda y presión contra Irán y cuanta más gente haya votado mejor será para el futuro, el prestigio y la seguridad del país», subrayó el guía supremo, ayatola Ali Jamenei.

Por su parte, el presidente Ahmadinejad llamó a la movilización para «conseguir un Parlamento fuerte y popular al país».

La afluencia de electores fue desigual en las oficinas de votación de Teherán. Muchos ciudadanos de todas las edades, mayoritariamente favorables a los conservadores, afirmaron votar por deber y con la esperanza de que el nuevo parlamento enfrentará los problemas económicos, prioritarios para todos.

La participación en los comicios legislativos se sitúa tradicionalmente entre 50% y 70%, y había sido de 55,4% en 2008, según cifras oficiales.

Una participación masiva era muy importante para el régimen pues numerosos movimientos de oposición reformadora decidieron boicotear las elecciones para protestar contra la represión de la que son víctimas desde la controvertida reelección de Ahmadinejad en 2009.

Ningún incidente fue señalado por los responsables al margen de la votación, excepto la detención, en Teherán, de unas diez personas que prepararon acciones de sabotaje que no fueron precisadas.

La batalla se jugó especialmente entre los conservadores divididos en el seno de una nebulosa de coaliciones de circunstancia con programa muy difusos.

Los dos principales protagonistas fueron el «Frente Unido de los Conservadores», allegados al actual presidente del Parlamento, Alí Larijani, que critica el balance del presidente Ahmadinejad y plantea un mayor realismo político, y el Frente de la Persistencia de la Revolución Islámica, una asociación heterogénea pero también conservadora, que defiende a Ahmadinejad y denuncia la blandura política de sus adversarios.

Los resultados finales serán conocidos dentro de dos días, indicó el ministerio de Interior iraní.

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