El Mossad, servicio de Inteligencia de Israel, estaría reduciendo sus operaciones encubiertas en Irán, según informaron fuentes de seguridad israelíes al semanario estadounidense «Time».
Según el informe, las operaciones fueron reducidas en áreas como las misiones de alto perfil, incluyendo asesinatos y detonaciones en bases de misiles iraníes, así como en el reclutamiento de espías dentro del programa nuclear iraní y los esfuerzos para conseguir datos de Inteligencia sobre el terreno.
Asimismo, la publicación estadounidense apuntó que, según una de las fuentes de seguridad, las reducciones causaron una gran insatisfacción dentro del Mossad. Otra fuente vinculó la reducción de las operaciones a las reticencias de primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, que estaría preocupado por las consecuencias de que las operaciones sean descubiertas.
«Time» puntualizó que la Inteligencia iraní ya desmanteló una célula entrenada y equipada por el Mossad. Las agencias de Inteligencia occidentales confirmaron que la confesión detallada de Majid Jamali Fashid - acusado por Teherán de espionaje y sentenciado a muerte por ello - sobre el atentado bomba contra el científico nuclear Massoud Alí Mohmmadi fue auténtico, y culparon a un tercer país de exponer la célula.
La revista también recalcó que las renuencias de Estados Unidos a hacer la vista gorda con las eliminaciones podrían ser una cosa del pasado. Tras el asesinato en un atentado con coche bomba del científico nuclear Mostafá Ahmadi Roshan, Estados Unidos negó categóricamente su participación y emitió una condena.
Según «Time», la reducción de las operaciones encubiertas en Irán conlleva costes, especialmente si Irán decide trasladar sus centrifugadoras nucleares a instalaciones subterráneas para proteger su programa ante un posible ataque de Israel.
Otra fuente de seguridad israelí señaló que el Ejecutivo iraní estima que las operaciones de sabotaje llevadas a cabo hasta el momento retrasaron su programa de centrifugadoras en dos años. El virus informático «Stuxnet» es sólo la operación más conocida en este sentido, según estas fuentes.
Detrás de la implementación de estos esfuerzos están varios gobiernos al margen de Israel, incluyendo la entrega de equipamiento programado para fallar una vez enviado a Irán, según el informe, que fue recogido por el diario israelí «Haaretz».
Estos contratiempos provocaron que Teherán anunciara que manufacturará todos los componentes del programa nuclear por sí mismo, aunque los expertos internacionales dudan que tenga la capacidad de conseguirlo.
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