El Jefe Supremo iraní, Ali Jamenei, acusó a Estados Unidos e Israel de ser «los principales responsables ocultos» de la crisis siria, al reunirse con el primer ministro sirio, Wael al-Halaqi, al margen de la 16ª cumbre del Moviviento de Países No Alineados en Teherán.

«Los principales responsables ocultos de los dolorosos problemas en Siria son Estados Unidos y el régimen sionista que inundaron Siria con armas y apoyaron financieramente a grupos irresponsables de la oposición», declaró el ayatolá Jamenei.

«El gobierno sirio es la víctima», agregó Jamenei, quien instó a Damasco a que «prosiga con las reformas políticas para suprimir todos los pretextos de la oposición y revelar a la opinión mundial y árabe los entresijos de la conspiración en Siria».

Irán es el principal aliado del régimen de Damasco, al que da su total apoyo desde el inicio de la revuelta de la población en marzo de 2011.

El régimen iraní acusó algunos países occidentales pero también a Arabia Saudita y a Qatar de haber instigado esta revuelta y de suministrar armas a los grupos de la oposición para debilitar uno de los últimos regímenes de la región, junto con Irán, en oponerse a Israel.

La mayoría de los países árabes y Turquía reclaman, en cambio, al igual que los occidentales, la salida del presidente Bashar al-Assad para resolver la crisis.

En su primera visita a Irán, el nuevo presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, creó el un incidente en la apertura de la cumbre del Movimiento de Países No Alineados al denunciar «el régimen opresivo e ilegítimo en Siria», lo que provocó la salida de la delegación siria.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, pidió en Teherán al primer ministro sirio, Wael al-Halaqi, que el régimen de Bashar al-Assad deje de utilizar armas pesadas.

«Todas las partes deben cesar todas las formas de violencia», declaró Ban, para quien «La principal responsabilidad recae en el gobierno que debe dejar de usar armas pesadas».

Esta semana, los rebeldes sirios lanzaron dos operaciones contra edificios de seguridad y defensa aérea del régimen de Assad en Alepo, después de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU centrada en los miles de refugiados que huyeron por la guerra.

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