Tras el reciente capítulo de violencia en la frontera entre la Franja de Gaza e Israel, segundo en menos de un mes, dirigentes israelíes y analistas evocan ahora como creciente probabilidad una operación militar contra el enclave palestino.
La aviación israelí lanzó tres ataques aéreos la noche del lunes al martes contra objetivos situados en Gaza sin causar heridos, según indicaron fuentes palestinas de seguridad y testigos.
Una portavoz del Ejército israelí indicó que la aviación atacó un depósito de armas en el centro del territorio palestino, y dos sitios de lanzamientos de cohetes en el norte.
Los enfrentamientos estallaron el sábado después de un disparo de misil antitanque palestino contra un vehículo militar israelí en la frontera con Gaza, que desató en represalia disparos de artillería contra el territorio palestino, seguidos de salvas de cohetes contra el sur de Israel.
Según fuentes médicas locales, murieron seis palestinos, cuatro civiles y dos combatientes, y 35 resultaron heridos. Del otro lado, ocho israelíes, incluyendo cuatro soldados, sufrieron heridas.
Las principales organizaciones terroristas de Gaza, entre ellas Hamás y la Yihad Islámica, afirmaron estar dispuestas a restablecer una tregua con la condición de que Israel «cese su agresión» contra el territorio.
No obstante, el primer ministro hebreo, Binyamín Netanyahu, afirmó que «Israel está preparado para la escalada» y su ministro de Defensa, Ehud Barak, advirtió a Hamás - que gobierna la franja - de que «va a pagar un alto precio».
Netanyahu mantuvo consultas con Barak y con el jefe del Estado Mayor, Benny Gantz, para sopesar la respuesta de Israel a los disparos de Gaza, según la radio pública.
El minigabinete israelí de seguridad, de ocho ministros, se reunirá este martes para tratar el mismo tema.
Por otra parte, una delegación de altos responsables israelíes fue recibida por el consejero de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama en la Casa Blanca «para unas consultas sobre Irán, Siria y otras cuestiones de seguridad en la región», según un portavoz del ejecutivo estadounidense.
Los analistas consideran que el lenguaje de firmeza empleado por el Gobierno israelí es un reflejo de las discusiones internas sobre la forma de articular la respuesta de Israel.
Una intervención militar de envergadura, una intensificación de los ataques aéreos y la liquidación de dirigentes de Gaza son iniciativas que los dirigentes israelíes estudian.
«En la reunión semanal del Gobierno, Netanyahu buscó preparar a la opinión pública para la eventualidad de tal operación», escribió el periodisyta Yossi Yehoshúa en el diario «Yediot Aharonot».
Netanyahu también «detalló los planes esbozados para una operación así», precisa el analista. El jefe del Gobierno habló el lunes con varios embajadores destacados en Israel para buscar el máximo apoyo de países a su causa.
Un alto responsable israelí que requirió anonimato confirmó que Netanyahu quería ver a los diplomáticos «para prepararlos a la eventualidad, si se presenta, de que Israel actúe de forma un poco más enérgica para proteger a nuestros ciudadanos».
No obstante, aunque estén a favor de una respuesta contundente, pocos responsables israelíes son partidarios de desencadenar una operación de la envergadura de «Plomo Fundido», la ofensiva contra Gaza llevada a cabo entre diciembre de 2008 y enero de 2009.
En una entrevista en la radio militar, «Galei Tzáhal», el ex jefe de Estado Mayor, Dan Halutz, estimó que es hora de «volver a los asesinatos selectivos de altos responsables de Hamás».
«Antes de embarcarnos en una operación militar de envergadura, es imperativo probar otras opciones», añadió Halutz, y mencionó «las eliminaciones selectivas y los ataques contra los intereses de Hamás».
Para el diputado Ofir Akunis, aliado de Netanyahu en el Likud, «no cabe duda de que una operación militar ya es simple cuestión de tiempo».
Pero, subrayó Alex Fishman, el especialista de cuestiones militares en el diario «Yediot Aharonot», «no es seguro que a la esfera política le interese enredarse en una guerra terrestre. La cuestión es saber cómo lanzar una operación militar limitada con el único objetivo de un alto el fuego estable, y no la caída de Hamás».
Según este experto, Washington, indefectible aliado de Israel, «dio luz verde para una operación contra Gaza al reafirmar el domingo por boca de su embajador, Dan Shapiro, el derecho de Israel a defenderse».
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