El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, criticó el anuncio de Israel de continuar con la construcción de nuevos asentamientos en Cisjordania y en Jerusalén Oriental y advirtió de que el proceso de paz en la región está «totalmente congelado».
«Llamo a Israel para que se abstenga de continuar con este camino peligroso, que socava las perspectivas de una posible reanudación del diálogo y un futuro en paz para palestinos e israelíes», afirmó Ban.
El secretario general expresó su «profunda preocupación» por el aumento de la actividad de asentamientos en Cisjordania, en especial en los alrededores de Jerusalén, y advirtió que «amenaza gravemente al establecimiento de un Estado palestino viable».
«¿Cuántas veces condené en el pasado estos asentamientos ilegales? Son una clara violación de las leyes internacionales y están obstruyendo la paz en la región», denunció el máximo responsable de la ONU.
Ban advirtió que el proceso de paz está «totalmente congelado», dijo que las partes parecen «más polarizadas que nunca» y lamentó que la solución de dos Estados «esté más lejos que nunca desde que comenzó el proceso de Oslo».
«Tenemos que encarrilar el proceso de paz lo antes posible antes de que sea demasiado tarde», añadió el diplomático.
Ban recordó que hace unas semanas se involucró personalmente para «facilitar el alto el fuego entre Israel y Hamás y para urgir a las partes a no caer en provocaciones que hagan peligrar el ya de por si muy frágil proceso de paz en la región».
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró consultas tras el anuncio del Gobierno israelí pero no pudo aprobar una condena de los asentamientos debido a la oposición de Estados Unidos, que ejerció su derecho de veto.
La negativa de Estados Unidos a apoyar una declaración presidencial del Consejo en contra del anuncio de Jerusalén obligó a que los otros catorce países del máximo órgano de decisión de la ONU condenaran por separado los asentamientos.
«Francia, Alemania, Portugal y Reino Unido están extremadamente preocupados y se oponen con firmeza al anuncio de Israel; en especial en el área denominada E1», dijeron los países europeos del Consejo en un comunicado conjunto.
Así, advirtieron que de seguir adelante con esos planes se pondría en peligro la posibilidad de un Estado palestino soberano, independiente y viable en el que Jerusalén sea la capital tanto de Israel como de Palestina. El anuncio de Israel de acelerar la construcción de los nuevos asentamientos manda un mensaje negativo y ponen en entredicho su disposición a negociar», advirtieron los europeos, que llamaron al Gobierno hebreo a suspender sus planes «de forma inmediata».
Con la única excepción de EE.UU, el plan de Israel recibió también las críticas del resto de países del Consejo de Seguridad, que salieron por bloques para leer comunicados de condena a los nuevos asentamientos.
Por su parte, el embajador israelí, Ron Prosor, expresó su sorpresa porque el plan de construir viviendas judías en Jerusalén movilizó de forma urgente al Consejo de Seguridad en una semana en la que, dijo, se cometieron otras atrocidades.
«Lo repito, una y otra vez, los asentamientos no son el principal obstáculo para la paz en la región, es la negativa palestina a reconocer a Israel», afirmó el embajador hebreo, quien añadió que las pretensiones territoriales palestinas suponen una amenaza para el Estado judío.
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