El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que las negociaciones que están teniendo lugar en Ginebra en torno al programa nuclear iraní «no tratan sobre la retirada de las sanciones», si bien no descartó que éstas se puedan reducir de forma «modesta» en caso de que Teherán «cumpla sus obligaciones internacionales y dé garantías de que no está desarrollando armas nucleares».
«Nuestro trabajo es no confiar en los iraníes. Por sus acciones en el pasado, el mundo no confía en ellos. Por eso pusimos en marcha estas sanciones, que les dañaron mucho», sostuvo, durante una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense NBC.
«Debemos comprobar cuán serio es Irán sobre la resolución del conflicto a través de la diplomacia», agregó, antes de manifestar que Estados Unidos «no tiene que desmantelar las sanciones» para verificar si Teherán no dará pasos de cara a la obtención de este armamento.
Pese a ello, el mandatario estadounidense matizó que «existe la posibilidad de un acuerdo gradual en el que Irán detenga sus avances en el programa nuclear y Estados Unidos le dé a cambio un alivio modesto, pero manteniendo la arquitectura de las sanciones en vigor».
«Así, en caso de que en los seis meses siguientes, cuando se traten los asuntos importantes que Teherán intenta dejar fuera del acuerdo, no se den garantías de que el programa nuclear fue detenido, podemos volver a poner en marcha las sanciones», añadió.
Obama argumentó que, pese a que nunca va a retirar todas las opciones de encima de la mesa, «incluyendo las militares», considera que «la mejor manera de garantizar que Irán no logre obtener armas nucleares es tener medios para verificarlo y que organizaciones internacionales vean lo que están haciendo con su proyecto nuclear».
Los países occidentales mostraron hace meses a Teherán su disposición de levantar algunas sanciones económicas, como la prohibición de comerciar en oro, si acepta dar pasos que permitan garantizar que su programa no persigue fines militares, como dejar de enriquecer uranio al 20%, retirar del país o reconvertir sus reservas de uranio enriquecido y cerrar su planta subterránea en Fordo. No obstante, no levantaría en un primer momento el embargo al petróleo iraní.
El Gobierno de Irán dio a entender en octubre que la propuesta presentada al Grupo 5+1 podría incluir la aceptación del Protocolo Adicional del Tratado contra la Proliferación Nuclear, que permitiría inspecciones no anunciadas de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en instalaciones nucleares del país, aunque lo contempla en la fase final y no la primera del plan que presentó.
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