El Congreso Judío Mundial y el Congreso Judío Latinoamericano expresaron su pesar por el fallecimiento del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, enviaron sus condolencias al pueblo de ese país e instaron a una nueva etapa que permita superar las dificultades entre el gobierno y la comunidad judia.
«Este es claramente el final de una era. Hoy, muchos venezolanos están tristes por la muerte de su presidente, que causó un profundo impacto en todo el mundo», sostuvieron ambas organizaciones.
«Respetamos sus sentimientos y aguardamos que los venezolanos puedan hallar fortaleza y unidad en las semanas y los meses próximos», agregaron.
En un comunicado conjunto, las entidades advirtieron que Chávez «dejó una herencia dispar para el mundo judío porque rompió las relaciones diplomáticas con Israel y estrechó lazos con el régimen iraní», asuntos sobre los que dirigentes de la comunidad charlaron a fines de enero con el vicepresidente Nicolás Maduro.
«Los ciudadanos judíos de Venezuela y la comunidad necesitan la protección del gobierno. Maduro renovó el compromiso dado por el presidente Chávez en 2008 de que no se tolerará un antisemitismo avalado desde el Estado y de que «un revolucionario no puede ser antisemita». Deseamos profundamente que estas palabras del presidente sean su legado», se expresa en el comunicado.
El representante del Congreso Judío Latinoamericano, Claudio Epelman, destacó la «expectativa» del sector de poder «conversar con las nuevas autoridades una vez que concluya el período de luto».
Epelman insistió con que «la relación de Venezuela con Irán es un factor de profunda preocupación para las comunidades judías» y existe expectativa sobre cómo continuará ahora sin la presencia de Chávez.
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