El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, visitará Estados Unidos en los primeros días de marzo, según lo anunció un comunicado de su oficina.
Varios medios recogieron también el supuesto temor que existe en la Administración norteamericana ante un ataque unilateral y no coordinado de Israel a las instalaciones nucleares de Irán.
Netanyahu pidió a los ministros de su facción, el Likud, que dejen de hacer declaraciones públicas sobre un posible ataque. Las amenazas, aseguró a sus compañeros de partido en el Ejecutivo, son dañinas para Israel y van en detrimento de los esfuerzos de la comunidad internacional para convencer a Irán de que abandone su programa nuclear.
«Las habladurías hacen gran daño, ponen a Israel en primera línea y obstaculizan los esfuerzos de las sanciones», señaló el jefe del gobierno.
Representantes de las altas esferas políticas y de seguridad del país hicieron declaraciones recientes que apuntan a una operación militar para poner fin a las ambiciones nucleares iraníes este mismo año.
En la reunión semanal con su Gabinete, Netanyahu se volvió a referir a Irán, aunque sin sugerir ninguna acción para frenar lo que Israel considera «una amenaza existencial».
Los últimos días, señaló el primer ministro, «nos han recordado en qué vecindario vivimos. Hemos oído los comentarios del mandatario iraní sobre la eliminación de Israel y hemos visto al Ejército sirio masacrar a su propio pueblo. Hemos visto sucesos sangrientos en nuestra región. En una región así, lo único que asegura nuestra existencia, seguridad y prosperidad es nuestra fuerza».
«Desarrollar la fuerza de Israel es la principal prioridad de este Gobierno», dijo Netanyahu a sus ministros, según una nota difundida por su oficina.
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