El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Liberman, negó totalmente que Israel obtuvo de Azerbaiyán permiso para usar algunos de sus aeródromos en una eventual operación militar contra Irán.
«Esas informaciones provienen de la esfera de la ciencia ficción, y no se corresponden con la verdad», dijo Lieberman, quien visitó este país del Cáucaso sur con motivo del vigésimo aniversario del establecimiento de relaciones bilaterales.
En una entrevista en la cadena azerbaiyana ANS, Liberman acusó a los medios de comunicación de prestarse a «una filtración interesada destinada a desacreditar las relaciones entre ambos países».
«Una parte de los periodistas dedicados a interpretar esos temas y especulaciones tiene una imaginación rica, y la otra parte ha visto demasiadas películas de James Bond», ironizó el canciller israelí.
La información a la que se refirió Liberman apareció en un extenso artículo en la revista Foreign Policy, firmado por Mark Perry, en el que se aseguraba que Israel había obtenido permiso de las autoridades de Bakú para usar sus instalaciones militares. De esa manera, los aviones israelíes podrían repostar en su regreso a casa tras bombardear Irán. Israel reiteró en los últimos meses que no va a permitir que la República Islámica desarrolle armamento nuclear.
El autor de la información, Mark Perry, citó fuentes anónimas de la diplomacia y los servicios de inteligencia de EE.UU, preocupadas por la posibilidad de que la colaboración azerbaiyana-israelí favorezca una acción armada. Hasta el momento, la administración Obama intenta llegar a una solución diplomática con Irán por su programa nuclear, y no respalda un ataque unilateral de Israel.
La amplia repercusión que esta información tuvo en la prensa internacional obligó a las autoridades de Bakú a salir al paso y calificarla de «absurda».
Según Liberman, las relaciones de Azerbaiyán e Israel «no pueden ser mejores». Israel compra una buena parte de su petróleo en ese país, y ambos cerraron recientemente un millonario acuerdo de venta de armas, que incluye la fabricación conjunta de «drones» (aviones no tripulados).
Además de reforzar su relación con Israel, Azerbaiyán mira a la Unión Europea como potencial socio comercial. El país es paso obligado del «corredor sur», por el que Europa quiere acceder a los hidrocarburos del Caspio y diversificar proveedores. Entre los proyectos en marcha, el más importante es el Nabucco, un gasoducto de casi 4.000 kilómetros que debiera llegar hasta Austria a través de Turquía y los Balcanes,
Mientras cultiva sus contactos con Europa e Israel, las relaciones de Azerbaiyán con su extenso vecino del sur se degradaron en los útimos meses, en los que Teherán y Bakú cruzaron acusaciones sobre complots, tráfico de armas y drogas.
El pasado 12 de abril, el ministerio de Seguridad azerbaiyano informó de la detención de siete personas, nacionales e iraníes, acusados de introducir armas y drogas en el país. En marzo fue desarticulado un supuesto grupo de 22 personas acusadas de espiar para los iraníes y planear atentados. A comienzos de año, dos hombres fueron también detenidos sospechosos de preparar un ataque contra intereses israelíes.
Irán, por su parte, acusó a la república exsoviética de servir de base para preparar los atentados que han costado la vida a científicos nucleares.
Notas relacionadas:
Informe: Israel tiene acceso a bases aéreas en Azerbaiyán
Azerbaiyán: Nuestro territorio no se usará para atacar a Irán
Israel venderá armas a Azerbaiyán
Detienen 22 sospechosos de terrorismo en Azerbaiyán