El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, pidió a Occidente que no se deje engañar por Irán y que acuerde la retirada de todo el uranio enriquecido que posee.

«Irán amenaza a Israel, a la paz y al mundo entero. Contra esta intención maliciosa, las principales potencias tienen que mostrar determinación, no debilidad», señaló el jefe del gobierno en un encuentro con la Comisión del Servicio Civil, según un comunicado difundido por su oficina.

Para el premier israelí, las seis potencias que negocian con Teherán para poner freno a su programa nuclear (los cinco miembros del Consejo de Seguridad más Alemania), «no deben hacer concesiones a Irán. Necesitan hacerle demandas claras y unívocas. Sólo entonces será posible garantizar que Irán no tendrá armas nucleares».

Netanyahu reiteró las exigencias que considera se deben imponer a Teherán en la próxima reunión que tendrá lugar en Bagdag: que ponga fin a todo el enriquecimiento de material nuclear, saque de su territorio todo el material nuclear enriquecido hasta ahora y que desmantele la instalación nuclear de Qom.

El primer ministro señaló también que «el jefe del Estado Mayor iraní, el general Hassan Firuzabadi, dijo que «Irán está comprometido con el objetivo de la destrucción de Israel. Los objetivos de Irán están claros. Quiere aniquilar Israel y está desarrollando armas nucleares para alcanzar esa intención».

A pesar de no estar entre el grupo de países que negocia con Irán, estos toman muy en cuenta la postura de Israel, que amenaza repetidamente con poner fin al programa nuclear iraní con un ataque militar.

Las declaraciones de Netanyahu contrastan con otras más optimistas provenientes de Washington, París, Berlín y Londres, que plantearon la posibilidad de un avance en las conversaciones con Irán.

El esquema de un acuerdo intermedio posible, sería permitir a Irán enriquecer uranio a nivel de 20%. A cambio, las potencias aceptarían suspender alguna de las sanciones que se han levantado contra la República Islámica.

Por su parte el ministro de Defensa, Ehud Barak, también se refirió a las conversaciones con Irán, diciendo que Israel es "muy escéptico acerca de las intenciones, y advirtió contra la complacencia y la ingenuidad de EE.UU y otras potencias mundiales. Barak aseguró haber dicho a los funcionarios durante su visita a Washington la semana pasada que «Irán tratará de presentar un frente falso del progreso, bajo la intención de aliviar un poco la presión de las potencias mundiales, antes de pedirle a Occidente que no eleve más sanciones».

"Desafortunadamente, a pesar de las declaraciones de todo el mundo, no está claro para nosotros, que las potencias están dispuestas a llevar a Irán a una encrucijada», dijo Barak.

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