El presidente israelí, Shimón Peres, criticó nuevamente la política regional del Gobierno de su país en una entrevista con «The New York Times» y advirtió que si continúa el estancamiento diplomático los palestinos podrían volver a recurrir a la violencia.
Si bien el cargo presidencial es honorífico en Israel, la velada acción política de Peres tiende a mellar las por ahora imbatibles posibilidades electorales del primer ministro, Binyamín Netanyahu, que con sus aliados extremistas se perfila como ganador en las elecciones del 22 de enero.
En su entrevista, Peres advirtió que «el silencio de que vino disfrutando Israel los últimos años no va a durar si no se reanudan las conversaciones diplomáticas con líderes palestinos que tendrán el apoyo de casi todo el mundo».
El mandatario hebreo también tocó un nervio sensible de la población israelí, cuando reconoció que «los judíos del mundo quieren un Israel del que puedan estar orgullosos y no uno que el planeta considere un Estado ocupante».
Peres descartó que los israelíes busquen un estado de guerra permanente. «Si el pueblo de Israel escuchara de sus dirigentes que existen oportunidades para conseguir la paz, recogería el guante y creería en esa posibilidad», afirmó.
«Es una tontería creer que la historia es como un caballo que uno puede mantener en su sitio tomándolo de la cola. El incendio en Oriente Medio puede empezar en cualquier momento. Sin una decisión diplomática, los palestinos volverán al terror», agregó.
Según Peres, esto es ajeno incluso a la eventual falta de voluntad de los propios palestinos, por la presión árabe y porque «casi todo el mundo apoyará a los palestinos, a sus acciones y nos acusará, falsamente incluso, de ser racistas».
Tras reivindicar su actuación como mediador fallido entre Netanyahu y el presidente palestino, Mahmud Abbás, Peres insistió en que están dadas las condiciones para reanudar las negociaciones.
«Nuestros jefes militares me contaron hasta qué punto las fuerzas palestinas colaboran con nosotros en el combate al terror», argumentó.
Peres planteó que el problema palestino afecta todas las relaciones de Israel con los 1.500 millones de musulmanes del planeta, y que si se resolviera, los extremistas perderían el pretexto para seguir volcándolos contra el Estado judío.
El presidente israelí se mostró pacifista a ultranza en su planteo. «La paz y el amor se hacen cerrando los ojos. Con los ojos abiertos no se llega a ningún lado. La paz es algo tedioso y exige muchos compromisos», añadió.
Con respecto a la cuestión iraní, Peres señaló que EE.UU endureció las sanciones contra los grandes sectores de la infraestructura industrial de Teherá. El presidente dijo en ese contexto que «si fallan las sanciones contra Irán», Washington librará una operación militar contra la República Islámica.
«Los norteamericanos no empiezan directamente con ataques. Primeramente prueban otras medidas, sanciones económicas, presión política, negociaciones y todo lo posible. Pero finalmente si nada de esto tiene efecto, el presidente Obama aplicará la fuerza militar. Estoy seguro», indicó.
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