Tras tres días consecutivos en los que estallaron varios misiles lanzados desde Gaza hacia localidades del sur de Israel y después de que el Estado hebreo respondiera con un ataque aéreo a la franja, la frágil tregua pactada con Hamás el pasado noviembre parece peligrar.
Sin embargo, a pesar de que la tensión en la frontera con Gaza aumentó, las autoridades israelíes no ven probable de momento otra operación militar como la de noviembre, en la que la aviación israelí bombardeó cuarteles, edificios, arsenales, túneles y bases de Hamás durante ocho días.
«Israel no tiene ningún interes en aumentar la violencia con Gaza y una operación como la de «Pilar Defensivo» tan sólo ocurrirá si vemos una situación parecida a la que vivía entonces la población del sur, con cientos de cohetes que estallaban cada día», informó el portavoz del Ejército israelí, Roni Kaplan.
«Sólo queremos que Hamás se atenga a su compromiso de no lanzar cohetes», agregó.
Aunque Hamás no se atribuyó la autoría de los últimos lanzamientos, Israel culpa a la organización terrorista palestina de cualquier cohete lanzado desde la franja. «Hamás es el soberano absoluto en Gaza y todo ataque desde la franja a Israel tiene su consentimiento», añadió el portavoz.
Israel no parece el único interesado en mantener la calma en su frontera. Según informó el Canal 1 de la televisión pública, la organización islamista radical está intentando controlar a los otros grupos yihadistas en la franja, ya que está siendo presionado por Egipto, que negoció la tregua, para que ponga orden.
«Ahora mismo Hamás no quiere meterse en otra operación por que salió muy mal parado de la última y no quiere enfrentarse a los Hermanos Musulmanes en Egipto», aseguró el nuevo ministro de Defensa israelí, Moshé Yaalón, quien advirtió además que «Israel no permitirá disparos de ningún tipo contra nuestros ciudadanos, localidades y fuerzas».
«En la anterior operación en 2009, 'Plomo Fundido', vimos exactamente lo mismo, varios meses de calma y un retorno a la violencia. Lo que quieren es probar hasta dónde pueden llegar y los límites de nuestra paciencia», afirmó Yaalón.
«Cuando Hamás quiere, puede controlar a los grupos terroristas en Gaza. Si continúa la violencia contra Israel es porque Hamás lo permite violando la tregua que la organización misma pidió, lo que es inaceptable», agregó.
A Israel ahora también le preocupa la revuelta situación en Cisjordania, donde las protestas aumentaron desde la operación «Pilar Defensivo» en noviembre de 2012.
La próxima visita este sábado del Secretario de Estado norteamericano John Kerry para intentar relanzar las negociaciones entre israelíes y palestinos, podría verse dificultada por las violentas protestas en la zona desde que esta semana muriese de cáncer un preso palestino en una cárcel israelí.
Según el Ejército israelí, dado lo volátil de la situación, se está intentando no soliviantar más los ánimos de la población palestina.
«Estamos intentando contener los disturbios de la manera menos violenta que podemos y se dieron órdenes de no usar la fuerza a menos que sea imprescindible», señaló Kaplan asegurando que a pesar de los disturbios el Ejército no aumentará sus efectivos en Cisjordania.
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