El Gobierno israelí reaccionó a la elección del nuevo presidente iraní, Hassan Rohani, advirtiendo que es el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, quien decide la política nuclear del país, y no el presidente electo.
«Hasta ahora, el programa nuclear de Irán fue decidido por Jamenei y no por el presidente del país afirmó el ministerio de Exteriores hebreo en un comunicado.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, afirmó que Israel «no se hace ilusiones» de cambios por la victoria de Rohani en las elecciones en Irán.
«La comunidad internacional no debe dejarse llevar por deseos, ni dejarse tentar ni rebajar la presión sobre Irán con el fin de que ésta abandone su programa nuclear», señaló Netanyahu al comenzar la reunión semanal de su Gobierno.
«Desde un principio el líder de Irán descalificó las candidaturas de aquellos que no se acomodaban a sus posiciones extremistas, y de entre aquellos a los que sí les permitió fue elegido el que menos está identificado con el regimen, pero aún se trata de alguien que describe al Estado de Israel como el Gran Satán Sionista», agregó.
Sobre el programa nuclear de Irán, Netanyahu exhortó a la comunidad internacional a «seguir incrementando la presión», única vía a su juicio para conseguir detenerlo pues no está en manos del nuevo presidente sino en las de Jamenai.
«Irán será juzgado por sus hechos. Si sigue insistiendo en desarrollar su programa nuclear la respuesta debe ser clara: detenerlo por cualquier vía», añadió.
En declaraciones difundidas en la radio pública, el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, se declaró a favor de un endurecimiento de las sanciones en contra de Teherán, sea cual sea el resultado de las elecciones presidenciales iraníes.
«Necesitamos endurecer las sanciones en contra de Irán y hacer que su nuevo Gobierno entienda que la opción militar sigue sobre la mesa para detener el progreso de su peligroso programa nuclear», declaró Yaalón desde Washington, donde se encuentra de visita.
El ministro de Asuntos Estratégicos y Relaciones Internacionales, Yuval Steinitz, instó a las grandes potencias a que mantengan la presión sobre Irán en lo que respecta a su programa nuclear, a pesar de la elección de Rohani.
«La hipótesis de trabajo debe ser que el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, que dirige este programa desde hace 24 años, continuará dirigiéndolo y por lo tanto, sin una presión eficiente sobre Irán no existirá ninguna posibilidad de ver cambios significativos en su estrategia nuclear», declaró Steinitz a la radio militar, «Galei Tzáhal», y recordó que Rohani, aunque recibió el apoyo de los reformistas, proviene de los sectores del poderoso movimiento religioso conservador, que domina la sociedad.
«Rohani no se considera como un reformista, se define como conservador», subrayó.
El ministro de Defensa Civil, Gilad Erdán, advirtió del peligro que la elección de Rohani incite a la comunidad internacional a flexibilizar las sanciones económicas y la presión diplomática sobre Irán.
«Una vez que tiene un candidato percibido como reformista podría ser más simple para algunos países decir démosle una nueva oportunidad, prorroguemos el calendario», dijó Erdán en una entrevista con el Canal 10 de televisión local.
Por su parte, EE.UU reconoció a Rohani como legítimo vencedor en los comicios y se mostró dispuesto a entablar contactos bilaterales para resolver la disputa sobre el programa nuclear.
«EE.UU está preparado para relacionarse con el nuevo Gobierno iraní de forma directa para alcanzar una solución diplomática que responda de forma completa a las preocupaciones de la comunidad internacional sobre su programa nuclear», informó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Carney indicó en un comunicado que EE.UU «respeta el voto del pueblo iraní y lo felicita por su participación en el proceso político y su valentía al hacer que sus voces se escuchen. Es nuestra esperanza que el nuevo Gobierno obedezca a la voluntad del pueblo y tome decisiones responsables que creen un futuro mejor para todos los iraníes».
El portavoz de la Casa Blanca agregó que «EE.UU ve ahora una posibilidad de reanudar el intento de un diálogo constructivo con el nuevo mandatario electo»
El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, subrayó su «admiración por la valentía del pueblo iraní, que expresó su deseo de un futuro nuevo y mejor».
«El presidente electo Rohani se comprometió repetidamente durante su campaña a restaurar y expandir las libertades de todos los iraníes. En los próximos meses, tiene la oportunidad de mantener sus promesas al pueblo», afirmó Kerry en un comunicado.
Tanto Kerry como la Casa Blanca consideraron, no obstante, que las elecciones se produjeron «en un escenario de falta de transparencia, censura de los medios, de Internet y de los mensajes de texto, y en un ambiente de seguridad intimidatorio que limitó la libertad de expresión y de asamblea.
Sin embargo, pese a estos obstáculos y limitaciones impuestos por el Gobierno, el pueblo iraní se mostró determinado a actuar para definir su propio futuro», añadió Carney.
El portavoz evitó felicitar directamente a Rohani por su victoria, y se limitó a señalar que vio el anuncio de su triunfo y respeta el voto de los iraníes.
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