El presidente francés, François Hollande, inicia hoy su primera visita oficial a Israel, que le llevará también a la Autoridad Palestina, con la polémica sobre el programa nuclear iraní y los esfuerzos para resolverlo.
Al frente de una delegación de diputados y empresarios franceses, acompañado por su canciller, Laurent Fabius, y su esposa Valerie Trierweiler, Hollande será recibido por su homólogo israelí, Shimón Peres en el Aeropuerto Ben Gurión.
Allí tendrá lugar una ceremonia de bienvenida en la que participarán entre otras personalidades el primer ministro, Biyamín Netanyahu, quien solicitó a Francia «no aflojar ante Irán» en el tema nuclear.
En una entrevista publicada hoy por «Le Figaro», el jefe del Gobierno hebreo aprovechó el actual contexto, en el cual Francia parece perfilarse como el único país que expresó reservas que impidieron al Grupo 5+1 alcanzar recientemente un acuerdo en Ginebra con Teherán, para recordar su mensaje.
«Sobre el programa nuclear, nuestros dos países defienden posiciones comunes desde hace muchos años, sea cual sea la mayoría en el poder, y continuaremos con esa asociación esencial con el presidente Hollande. Esperemos que Francia no afloje», señaló Netanyahu.
«Si Irán se dotase de armas nucleares, se desataría una carrera armamentística en Oriente Medio que constituiría el peligro más grave para la paz mundial desde las calamidades de la mitad del siglo XX», declaró a «Le Figaro».
Tras su llegada, Hollande será agasajado en una cena en su honor por el presidente israelí en su residencia oficial, a que fueron invitadas 140 personalidades de distintos ámbitos en las relaciones bilaterales, así como destacados dirigentes políticos.
El lunes, durante su estancia en el Estado judío, Hollande pronunciará un discurso en francés ante el Parlamento, donde volverá a reunirse con Peres, Netanyahu, y mantendrá entrevistas con la líder de la oposición, la diputada laborista Shelly Yachimovich, y el presidente de la Cámara, Yuli Edelstein.
Hollande tiene previsto desplazarse el mismo día a la ciudad de Ramallah, en Cisjordania, para entrevistarse con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás, y destacados líderes palestinos. Además, visitará en la Muqata la tumba de Yasser Arafat.
Durante su periplo, que concluirá el martes, realizará otros gestos simbólicos como visitar la tumba del padre del sionismo, Theodor Herzl, en Jerusalén, así como la del primer ministro israelí asesinado Itzjak Rabín.
Se espera que en los encuentros que mantenga en la región figuren además del programa nuclear iraní, el proceso de paz entre israelíes y palestinos, así como la situación de la guerra civil en Siria.
En una entrevista concedida al semanario galo «Le Journal du Dimanche», que se publica este domingo en vísperas de la llegada de Hollande a Israel, Peres afirmó que le «agradó mucho la firme posición de Francia» en la última ronda de negociaciones sobre el programa nuclear de Irán en Ginebra, en la que hizo valer sus reticencias sobre el uso que el Gobierno iraní pretende hacer del uranio enriquecido.
«Nos gustó mucho la posición de Francia hacia Irán. La presión económica no debe ser reducida», subrayó Peres, porque, a su juicio, «todo depende de quién tiene la bomba y de su comportamiento. Si es agresivo, apoya el terrorismo y el desarrollo de una estrategia hegemónica, entonces es un problema», alertó.
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