La Fundación Nelson Mandela, con sede en Johannesburgo, aseguró que no hay pruebas de que el líder sudafricano, recientemente fallecido, recibiera entrenamiento del servicio secreto israelí Mossad en 1962, como publicó esta semana el diario «Haaretz».

El periódico israelí señaló que documentos del Mossad apuntan a que la agencia hebrea de seguridad exterior entrenó a Mandela en el uso de armas en Etiopía.

Además, afirmó que se intentó que Mandela desarrollara simpatía con el Estado judío.

«Recibió entrenamiento en judo, tácticas de sabotaje y manejo de armas y demostró interés en los métodos empleados por movimientos clandestinos israelíes», indicó una carta dirigida por el Mossad al ministerio de Exteriores israelí el 11 de octubre de 1962, citada por «Haaretz».

La misiva destaca la amistosa relación de Mandela con los agentes secretos hebreos: «Saludaba a nuestros hombres diciendo 'Shalom', estaba al tanto de los problemas de Israel y daba la impresión general de que era un intelectual. Expresó un punto de vista socialista sobre el mundo en general y, a veces, daba la impresión de que se inclinaba hacia el comunismo».

«En 2009, un investigador de la Fundación Nelson Mandela viajó a Etiopía y entrevistó a los supervivientes que asistieron al entrenamiento de Mandela, y no surgieron pruebas de una conexión israelí», señaló un dirigente de la fundación.

La fundación confirmó que Mandela recibió entrenamiento en el uso de armas en Marruecos por parte de combatientes argelinos que se rebelaron contra el gobierno colonial francés, y en Etiopía por parte de las fuerzas etíopes.

La fundación, que trabaja para preservar el legado de Mandela, señaló además que nada en el archivo privado, incluyendo sus diarios, indica que interactuara con agentes del Mossad durante su viaje por países africanos a comienzos de los años de 1960, cuando buscó entrenamiento y apoyo para impulsar la resistencia armada contra el apartheid.

Israel desarrolló en aquella época estrechos vínculos con el líder etíope, Haile Selassie, el último emperador del país, que fue derrocado en un golpe de Estado en 1974.

Más tarde forjó un lazo con el régimen del apartheid en Sudáfrica, que se tensaron tras el colapso del régimen de dominio blanco y la llegada al poder de Mandela.

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