El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, calificó de «antisemitas» a aquellos que promueven en el boicot a Israel y dijo que este movimiento es particularmente un ultraje en Europa.
En un discurso pronunciado ante un grupo de líderes judíos de Estados Unidos, Netanyahu instó a luchar contra esta acción que promueve la plataforma Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).
«Creo que los más inquietante, lo más desgraciado es que haya gente en territorio europeo que hable acerca del boicot a los judíos. Creo que es ultrajante, pero es algo con lo que ya nos encontramos», advirtió Netanyahu.
«En el pasado, los antisemitas boicotearon los negocios judíos y hoy instan a boicotear al Estado judío. Sólo al Estado judío», agregó.
Netanyahu aseguró que los fundadores del movimiento BDS «tienen un objetivo claro. Quien ver el final del Estado judío. Son muy explícitos al respecto».
«Creo que es importante que los boicoteadores sean señalados como lo que son. Son antisemitas clásicos con un disfraz moderno. Y que creo que hay que combatirlos. Llegó el momento de deslegitimar a quienes deslegitiman y boicotear a quienes boicotean», añadió.
En los últimos meses, varios bancos y fondos de pensiones europeos decidieron retirar sus inversiones de aquellas empresas y entidades que operan en los asentamientos judíos en Cisjordania.
Además, tanto diplomáticos como responsables europeos advirtieron a Israel de que debe ser consciente de que pagará algún tipo de precio si las actuales negociaciones con los palestinos fracasan.
También el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien media en las negociaciones con los palestinos, alertó que Israel podría ser objeto de un boicot si no logra llegar a un acuerdo definitivo.
A su vez, partidarios de BDS explicaron que ellos impulsan objetivos diferentes: algunos se centran en boicotear los asentamientos y otros dicen que se debe rechazar todo lo israelí hasta que se firme un acuerdo de paz. Los miembros alegan que Israel sólo se retirará de Cisjordania si no hacerlo le significa pagar un alto precio por ello.
Por su parte, líderes israelíes desestimaron tales alegaciones y señalaron su disposición a negociar un acuerdo con los palestinos.
El boicot a Israel saltó a las primeras páginas de la prensa mundial el mes pasado después de que la actriz norteamericana, Scarlet Johansson, participara en un anuncio de la marca Sodastream que tiene una fábrica en el asentamiento de Maalé Adumim, cercano a Jerusalén.
Presionada para que abandonara la campaña, Johansson prefirió seguir adelante y renunciar a su labor como embajadora de la ONG Oxfam.
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