Casi en el final del año hebreo, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, es considerado en los sondeos de todos los medios locales como el líder político más valorado para dirigir el Gobierno del Estado judío.
Según una encuesta publicada por el diario «Haaretz», Netanyahu mantiene el respaldo del 38% de la población, muy por delante del líder opositor, el laborista, Itzjak Herzog, que logra sólo un 7% de los apoyos, mientras que el ministro de Finanzas, el centrista Yair Lapid, cuyo partido Yesh Atid es el segundo con más escaños en el Parlamento, se queda en un 4%.
En torno al 5% se sitúan el resto de responsables de la colación: el ministro de Economía y líder ultraderechista, Naftali Bennet, y la ministra de Justicia, Tzipi Livni.
A ellos se sumaron dos amenazas crecientes en el seno del Likud, el partido del primer ministro, como son el ex ministro de Comunicaciones, Moshe Kahlón y el dimisionario ministro de Interior y número dos de la facción, Gideón Saar.
Saar anunció hace dos días su decisión de abandonar la política por un tiempo al inicio del año nuevo judío, que se celebrará la próxima semana, y en la encuesta publicada por «Haaretz» aparece por primera vez con 5% de apoyos.
Analistas políticos locales invocaron la posibilidad de que Kahlón y Saar estén formando una nueva lista para hacer frente a Netanyahu, muy criticado por sus políticas sociales, tanto desde el laborismo como por su propios seguidores.
En su despedida, el propio Saar criticó las políticas sociales, que en su opinión están afectando al nivel de vida de la clase media israelí.
Un argumento que también utiliza Lapid - que amenazó con dimitir si se vuelven a subir impuestos - para oponerse a un aumento de más de 3.800 millones de dólares en la partida de Defensa en el presupuesto del próximo año.
«Dado que nunca se ha propuesto a sí mi mismo para primer ministro, es una cifra sorprendentemente alta que lo coloca a la misma altura de Kahlón, Bennett y Livni», explicó el rotativo sobre el apoyo a Saar.
«Una de las conclusiones más interesantes de la encuesta que cerca del 16% de los consultados respondió que votaría por su partido si finalmente Kahlón decide ponerlo en marcha. A ello hay que sumar que otro 12% que no lo haría, cambiaría de opinión si Saar se une a él», agregó.
La encuesta fue realizada un día después de que Saar anunciara su dimisión por la reconocida empresa Dialog entre 498 personas, con un margen de error del 4,4%.
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