El jefe de la oposición parlamentaria, el diputado Itzjak Herzog, revalidó su puesto como presidente del Partido Laborista israelí en los comicios internos celebrados para conformar la lista que competirá en las elecciones generales anticipadas del próximo 17 de marzo.
«Este es un día de esperanza. Elegimos una buena lista: honesta, valiente y combativa, con mucho sionismo y que combina la experiencia con el pensamiento crítico, la ideología profunda y una gran habilidad de ejecución?, escribió Herzog en Facebook.
La ex jefa del laborismo, Shelly Yachimovich, obtuvo el segundo lugar, que será el tercero en la lista conjunta que presentará el partido y Hatnuá, la formación de centro de la ex ministra de Justicia Tzipi Livni, informó el portavoz laborista Daniel Arush.
Otros nombres que encabezarán la candidatura laborista son los de Stav Shaffir, Itzik Shmuly, ambos jóvenes que lideraron las multitudinarias manifestaciones en el verano de 2011 exigiendo justicia social.
El veterano militar, Omer Bar-Lev, hijo del ex jefe del Estado Mayor, Jaim Bar-Lev, también consiguió afirmarse en los primeros lugares.
«Estamos muy satisfechos porque todo transcurrió como estaba planeado y no se registró ningún problema, no como en el Likud, que todavía tienen reclamaciones en los tribunales por el recuento de los votos», dijo Arush.
Las urnas se cerraron con una participación del 59% de los 48.900 militantes convocados a votar, un punto por encima de la registrada en las primarias que se celebraron hace dos años.
El Laborismo tenía 36 candidatos disputándose los 25 lugares de la lista, seis de los cuales están reservados para Hatnuá, partido con el cual formó una coalición para tratar de desbancar a la derecha nacionalista del primer ministro Binyamín Netanyahu.
Por primera vez en años las encuestas indican que el Partido Laborista, que en las dos últimas décadas pasó de formación gobernante a casi inexistente, podría tener la posibilidad de encabezar un gobierno, aunque todo dependerá de los escaños que obtengan las formaciones del centro, con las que tendría que aliarse.
La sorpresa de las primarias fue que los diputados más cercanos a Herzog, Eitán Cabel, Merav Mijaeli y Erel Margalit, no consiguieron entrar en los primeros puestos, aunque sus lugares en la lista les asegura una banca en el Parlamento.
La ley electoral israelí establece que el presidente, después de reunirse con delegados de todos los partidos de la Cámara, encarga la formación del Gobierno alcandidato con mejores posibilidades de lograrlo, y no necesariamente al de la listal más votada.
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