Los sondeos de opinión en Israel mostraron el que el primer ministro, Binyamín Netanyahu, logró un ligero impulso en popularidad tras su discurso en el Congreso de EE.UU en el que criticó un eventual acuerdo nuclear con Irán, aunque sigue empatado con su principal rival para las elecciones del 17 de marzo.
Una encuesta publicada por el Canal 10 local indicó que el Likud de Netanyahu lograría 23 escaños, dos más que la semana anterior. Esto le dejaría todavía con un empate junto al Grupo Sionista de Itzjak Herzog.
Por su parte, el Canal 2 dio al Likud una mejora de un escaño hasta 23, justo por detrás de la lista de centroizquierda de Herzog.
En otros sondeos elaborados por los canales de televisión sobre la popularidad individual de cada candidato, Netanyahu es el preferido para ser primer ministro, con un 44% de popularidad, dos puntos porcentuales más que una semana atrás.
Los números de Herzog bajaron dos puntos porcentuales, hasta el 35%, según mostró el Canal 10.
En el estudio del Canall 2, Netanyahu estaba aún más por delante de su rival, con un 47% de popularidad frente al 28% de Herzog.
Todos los sondeos muestran que Netanyahu tiene más aliados políticos potenciales con los que formar una nueva coalición de gobierno tras los comicios.
No obstante, Netanyahu, que regresó de EE.UU, se evidenció del malestar que existe en distintos sectores de la sociedad respecto a su accionar y a sus lineamientos políticos.
Mientras que llegaba al Aeropuerto Ben Gurión, el mandatario aseguró que regresaba «a Israel con el conocimiento de que muchos escucharon, a lo largo y ancho del mundo, lo que el país tenía que decirles sobre el mal acuerdo que se está gestando con Irán».
También respondió a las declaraciones de Obama, que recalcó el que el primer ministro no ofreció ninguna alternativa viable frente al tema iraní a pesar de su reticencia.
«Propuse una alternativa práctica en mi discurso en el Congreso, una que prolonga durante años el tiempo que le tomaría a Irán dar con un arma nuclear, por la imposición de sanciones», indicó.
Sin embargo, su llegada estuvo acompañada de críticas por parte de la mayor parte de los columnistas y medios del Estado judío, con la excepción del diario «Israel Hayom», de la órbita política de Netanyahu.
La analista Sima Kadmón, de «Yediot Aharonot», calificó las palabras del primer ministro ante el Congreso como «discurso de supervivencia», pero fue más allá y dijo que «se lo puede imaginar uno en un escenario de Broadway. Ahora regresa a Israel, donde le esperan todos los asuntos de los que quería desviar la atención».
También «Haaretz» reprochó a Netanyahu en su editorial el no haber recordado en su intervención en Washington «la verdadera amenaza existente para un Israel judío y democrático: la interminable ocupación de Cisjordania».
¿Cómo se explica entonces el alza de su popularidad? Nahum Barnea, veterano columnista de «Yediot Aharonot», explicó que «a pesar de las buenas intenciones de medios y líderes progresistas, se debe decir que el pueblo israelí favorece actualmente posiciones de centro-derecha y apoya posturas intransigentes como las de Netanyahu, Yaalón o Bennett».
«En todo caso, coincido en que Bibi intentó con su discurso mejorar un grave déficit de legitimidad que tiene. El alto costo de la vida y los enormes problemas de vivienda generan mucho descontento y protestas de hasta 10% de la población. Por ello Netanyahu busca unir filas con temas externos», agregó.
Notas relacionadas:
Obama: «Netanyahu no ofreció alternativas a tratativas con Irán»
Netanyahu: «Acuerdo con Irán lleva a pesadilla nuclear»
«Netanyahu sólo conseguirá aplausos», dijo ex jefe del Mossad