La Liga Árabe decidió cancelar de inmediato el trabajo de sus observadores en Siria. Los observadores permanecerán en el país, pero congelarán temporalmente sus operaciones hasta la celebración de la próxima reunión de ministros de Exteriores árabes, a causa del deterioro de la seguridad en el lugar.
En un comunicado, el secretario general del organismo, Nabil al-Arabi, explicó que la medida obedece al «deterioro de la situación en Siria y a la continuación de la violencia y del intercambio de disparos y bombardeos que tienen como víctimas a civiles inocentes».
La decisión fue tomada también porque, según la nota, el régimen sirio de Bashar al-Assad utiliza a las fuerzas de seguridad contra los ciudadanos, en contradicción con sus compromisos con la Liga Árabe y con el protocolo de la misión.
Para Al Arabi, el deterioro de la seguridad y el aumento del número de víctimas demuestran que se adoptó «un rumbo lejos de la naturaleza de la misión árabe».
«Siria se sorprende y lamenta la decisión adoptada por el secretario general de la Liga Árabe de interrumpir la misión de observación tras haber decidido prolongarla durante un mes», respondió la agencia oficial Sana en un comunicado.
El régimen de Damasco dijo que la decisión de la Liga Árabe es un intento de justificar la injerencia extranjera en los asuntos internos del país antes de su reunión con el Consejo de Seguridad de la ONU. Una fuente oficial no identificada, citada por la agencia estatal de noticias SANA, aseguró que la medida trata de influir negativamente y ejercer presión antes de dicho encuentro.
La delegación, que llegó a Siria hace más de un mes a raíz de un acuerdo alcanzado con Damasco, tenía como objetivo verificar sobre el terreno el cese de la violencia, la liberación de los detenidos durante las protestas y la retirada de las tropas de las calles.
El jefe de la misión confirmó que desde la semana pasada los enfrentamientos aumentaron de manera importante, especialmente en Homs, Hama e Idleb, en el norte y noroeste del país.
En la segunda de esas ciudades, activistas sirios denunciaron este sábado la ejecución de 17 presos cuyos cadáveres aparecieron atados y encadenados.
En total, en estos últimos cinco días la violencia se ha cobrado cerca de dos centenares de muertos, de acuerdo con los balances de víctimas recopilados por organizaciones de derechos humanos.
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