El anunciado alto al fuego entró en vigor en Siria en línea con el plan de paz propuesto por la ONU y la Liga Árabe a través de su enviado especial Kofi Annan.
«Por ahora no recibimos ninguna información sobre ningún incidente, pero no sabemos lo que va a ocurrir después», dijo a Rami Abdel Rahman, líder del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres.
El ministerio de Defensa sirio anunció el fin de todas las acciones de combate como parte del acuerdo de alto el fuego acordado con la ONU. La oficina del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, señaló que éste recibió una carta del ministerio de Exteriores sirio en la que se anuncia el fin de los ataques. Sin embargo, el Gobierno sirio comunicó que se reserva el derecho a reaccionar adecuadamente a eventuales ataques de los rebeldes.
Mientras, Annan continuará trabajando con el gobierno y la oposición para garantizar la implementación de su plan de paz de seis puntos, «incluyendo el cumplimiento del punto 2» referente al alto el fuego vigilado por la ONU, afirma su portavoz Ahmad Fawzi en un comunicado difundido en Ginebra.
Estados Unidos advirtió que la promesa del Gobierno sirio tiene poca credibilidad después de los recientes fracasos para implementar el plan de paz, según expresó la embajadora norteamericana ante la ONU, Susan Rice.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, insistió en mostrarse escépticos ante la declaración del régimen sirio de que cumplirá con el alto el fuego.
«Estamos alarmados por la violencia en curso en Siria y preocupados por los problemas que enfrenta el enviado especial Kofi Annan para lograr un alto el fuego y un fin de la violencia», dijo Clinton en el marco del encuentro de ministros de Exteriores del G8 en Washington.
Poco antes del anuncio, China solicitó la retirada completa e inmediata de todas las tropas en Siria y un amplio alto al fuego a través del portavoz del ministerio de Exteriores, Liu Weimin, quien subrayó en Beijín que el plan del mediador de Annan es clave y se encuentra en una importante fase de puesta en marcha.
El viceministro del Exterior ruso, Gennadi Gatilov, dijo por su parte que ahora le toca a la oposición cumplir el plan. Mientras, se espera que los ministros de Exteriores del G8 en Washington deliberen hasta el jueves sobre la crisis siria.
Frente a la presión de China y Rusia, Siria recibió un fuerte apoyo del régimen iraní. En una visita a Teherán de Annan, el régimen reiteró su posición de que Bashar al-Assad debe continuar en el poder, a pesar del rumbo que está tomando el conflicto sirio.
«Irán apoya la voluntad del pueblo en Siria de mayor libertad, pero también cree que cualquier cambio debería producirse sólo mediante el diálogo entre el pueblo y el actual gobierno», dijo el ministro de Exteriores, Ali-Akbar Salehi, en una rueda de prensa conjunta que ambos ofrecieron en Teherán.
Por su parte, Annan dijo que su principal preocupación es detener el conflicto militar en Siria y proveer ayuda humanitaria a la población. «Tenemos que encontrar una solución para detener las muertes en Siria y necesitamos toda la ayuda internacional para encontrar esa solución e Irán puede formar parte de ella», dijo.
Mientras, Turquía exigió una resolución de la ONU para proteger a la población civil, al denunciar que el régimen de Damasco no retiró sus tropas de las ciudades, como prometió, y continúa atacando con artillería, dijo un portavoz del ministerio del Exterior en Ánkara.
Tras los disparos de las fuerzas sirias contra un campamento de refugiados en Turquía, Ánkara advirtió con dureza a Damasco y volvió a sugerir la creación de una zona tapón del lado de la frontera siria como una posible reacción.
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