El líder opositor habló en condición de anonimato debido al estado de guerra entre Israel y Siria. «Personalmente, no tengo problema en hablar con israelíes, pero nuestros países están oficialmente en guerra, por lo que hay mucha gente que intentará usar una entrevista a un diario israelí para dañar a la oposición», señaló.
"Además de combatir contra el régimen, hay un grupo de nosotros que se está preparando para el caos que sabemos que se generará el día que el régimen sea derrocado. Tenemos comités tratando el asunto de una nueva Constitución, las elecciones y la restauración de la seguridad», apuntó.
Uno de los asuntos de mayor preocupación es el arsenal de armas químicas que posee Damasco. En tono a este punto, el Gobierno israelí está especialmente preocupado ante la posibilidad de que pudiera caer en manos de las facciones palestinas o de Hezbolá.
«Hemos divido las secuelas en cuatro periodos con prioridades diferentes cada día. La primera etapa es el primer día, las primeras horas tras la ruptura del control de Al Assad, y una de las prioridades es hacerse con el control de las armas químicas para que no caigan en manos de terroristas», subrayó el líder rebelde.
El arsenal de armas químico es controlado por la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, aunque el mandato general recae en el ex comandante de Inteligencia y actual jefe de la Policía secreta, Abdel-Fatah Qudsiyeh.
«Sabemos la localización de los arsenales y estaremos preparados para moverlos y asegurarlos rápidamente. No puedo prometer que no se robará nada, pero tenemos nuestra información, y no es tan fácil mover armas químicas», argumentó.
Por otra parte, el líder rebelde cifró en alrededor de un tercio los miembros de las Fuerzas Armadas sirias que desertaron desde el inicio de la represión y los enfrentamientos a principios de 2011.
«Hay dos tipos de desertores: la mayoría, alrededor de 60.000, simplemente huyeron a sus casas; mientras que alrededor de 30.000 se unieron de forma activa a la oposición, la mayoría en el Ejército Libre Sirio (ELS) y combaten junto a los rebeldes», especificó.
Sin embargo, recalcó que estas cifras no son suficientes para derrocar al régimen de Al Assad, ya que «no están organizados bajo una estructura de comando, sino que están bajo comités separados en cada una de las catorce provincias sirias».
«Además, carecen de armas avanzadas y misiles. Asimismo, muy pocos conscriptos se unieron a las filas rebeldes como resultado de la prohibición de licenciar a los que completaron el servicio military», añadió.
Por contra, indicó que las fuerzas gubernamentales ascienden hasta los 70.000 efectivos y que la Cuarta División Armada, encabezada por Maher al Assad, no sólo está equipada con el armamento ruso más avanzado, sino que posee helicópteros de combate Mi-25 y tiene el doble del tamaño de una división regular.
El líder rebelde dijo que Al Assad está recibiendo cada vez más asistencia de Irán, Hezbolá y del clérigo iraquí Muqtada al Sadr. Esta ayuda gira en torno a asesoría militar y a asistencia tecnológica, especificó.
«Entre otras cosas, trajeron «drones» para ayudar en las tareas de vigilancia. Además, abrieron un fondo dotado de millones de dólares para ayudar a Al Assad a comprar más armas a Rusia», puntualizó.
«En el pasado, la Unión Soviética vendió a Siria armas a crédito, pero ahora piden el pago en efectivo de todos los cargamentos, y el dinero llega de Irán», agregó el líder rebelde.
«Irán sabe que, si Al Assad cae, su estructura de poder al completo hasta Hezbolá también caerá. Pero hay un límite en lo que Teherán hará para ayudarlo. No enviarán unidades del Ejército para salvarle porque saben que eso provocaría un ataque de Israel», apostilló.Notas relacionadas:
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