La ex canciller israelí y líder de la formación Hatnuá, Tzipi Livni, se unirá a la coalición gubernamental encabezada por Binjymín Netanyahu y será la próxima ministra de Justicia. Así lo informó el primer ministro hebreo en una rueda de prensa conjunta en la cual destacó que Livni estará también a cargo de las tratativas con los palestinos.

Esto ocurrirá si las conversaciones se reanudan durante el mandato del próximo Ejecutivo.

Ambos dirigentes hicieron público el primer pacto de coalición gubernamental que otorgó a Hatnuá la jefatura de dos ministerios.

La líder de Hatnuá ya estuvo a cargo del proceso de paz durante las negociaciones de Annápolis, cuando era la jefa de la diplomacia en el Gobierno de Ehud Olmert.

Cabe destacar que durante toda su campaña electoral, Livni prometió a su electorado que no formaría parte de un Gobierno encabezado por Netanyahu junto con la ultraderecha nacionalista y las facciones ultraortodoxas. La ex canciller defendió entonces la formación de un bloque de centro-izquierda para impedir que «el frente extremista de Netanyahu consiga formar Gobierno tras las elecciones».

Hatnuá recibirá también la cartera de Protección del Medio Ambiente que será dirigida por Amir Peretz, mientras que el parlamentario Amram Mitzna encabezará una de las comisiones de la Knéset.

Sin un Gobierno aún formado, todavía está por verse si la segunda fuerza parlamentaria, el partido Yesh Atid del ex periodista Yair Lapid, se unirá a la coalición de Netanyahu.

El partido ultraderechista Habait Haiehudí, del nacionalismo religioso, encabezado por Naftali Bennett, tampoco llegó a ningún acuerdo para unirse al próximo Gabinete.

Por su parte, las facciones ultraortodoxas, Shas y Iahadut Hatorá, muestran  claramente su disposición a participar en el Ejecutivo, aunque todavía no anunciaron ningún acuerdo.

Es de suponer que el partido Kadima, con sus dos diputados, se una a la coalición con lo cual Netanyahu sumaría 57 parlamentarios de los 61 necesarios para formar Gobierno. Eso llevaría a una fuerte presión sobre Bennett, especialmente de los dirigentes de los asentamientos judíos en Cisjordania, para que se adhiera  al nuevo Ejecutivo.

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