El escritor israelí, Amós Oz, fue criticado por la derecha nacionalista por calificar de «neonazis» a los jóvenes colonos radicales que en los últimos meses atacan blancos palestinos, iglesias de diferentes corrientes cristianas y a las propias Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
«Es un desprecio contra el recuerdo del Holocausto», «cruzó todos los límites» o «no se puede comparar el pinchazo de neumáticos con la Shoá», son algunas de las críticas vertidas contra Oz.
El escritor opinó que los miembros de los grupos «Etiqueta de Precio» y «Juventud de las Colinas» son «neonazis que en nada se diferencian de sus pares en Europa».
«Quizás la única diferencia es que nuestros grupos neonazis disfrutan del espaldarazo que le dan no pocos diputados nacionalistas, muchos de ellos racistas, y del de rabinos que les dan una base, en mi opinión, pseudoreligiosa», insistió Oz.
El literato se refería a la reciente ola de ataques de un grupo de colonos ultraradicales que viven en varios puntos de Cisjordania que están involucrados en una larga serie de actos vandálicos como pintadas antiaárabes o anticristianas, la quema de propiedades palestinas, la de mezquitas y actos de sabotaje contra las FDI.
En los últimos meses, el grupo «Etiqueta de Precio» trasladó sus ataques al territorio reconocido de Israel y el pasado mes de abril arrasaron una base militar cerca del asentamiento de Yitzhar en represalia por la demolición de varias viviendas no autorizadas.
«Pensé mucho en lo que dije en el teatro Tzavta. Cuando hablo ante público me preparo durante horas y recapacito en cada palabra», subrayó Oz, conocido por por su defensa de una solución pacífica al conflicto palestino israelí.
«Cuando el profesor Yeshayahu Leibowitz llamó a los soldados de las FDI 'judeo-nazis', no dudé en criticarlo por sus expresiones en un artículo titulado 'Hitler ya murió, Sr Leibowitz'. A diferencia de Leibowitz, yo no dije 'nazis' sino 'neonazis'. No existe ninguna similitud entre ambas palabras. Los nazis construían cámaras de gas; los neonazis violan sepulturas o pintan sinagogas. Todos entienden muy bien eso», agregó en una entrevista a la radio militar Galei Tzáhal.
Ben Dror Yemini, veterano columnistas de «Yediot Aharonot» israelíes, se quejó de que Oz es «el último que puede dar lecciones de moral, porque su activismo político le lleva permanentemente a condenar a Israel».
Otros, como el ex presidente del Parlamento, Reuvén Rivlin (Likud), o el ministro de Vivienda, Uri Ariel, del partido ultranacionalista religiosos Habait Haiehudí, le exhortaron a retractarse al considerar que con sus declaraciones «despreció» el Holocausto.
«No hay posibilidad de comparar a esos activistas con el nazismo, que tenía como fundamento la exterminación de otros pueblos en nombre de la superioridad racial», afirmó el ministro.
El Gobierno israelí estudiará en su reunión semanal una propuesta para declarar como «terroristas» a los activistas del grupo y aplicarles la legislación de emergencia para estos casos.
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