Las bombas que caen el conflicto entre Israel y Hamás también estallaron en el mundo del cine y amenazan con abrasar a sus estrellas.
La actriz española Penélope Cruz publicó un comunicado en el diario «USA Today» matizando sus críticas sobre Israel.
Hace unos días, la artista firmó una dura carta junto con un centenar de representantes de la cultura española en la que expresaban su indignación «por el genocidio que está perpetrando el ejército israelí en Gaza contra la población civil palestina».
Además, en la carta se acusaba a Israel de ser «el país que más incumple las resoluciones de la ONU y que menos respeta los derechos humanos, un país ocupante que ejerce prácticas de terrorismo de Estado».
La dureza de estas palabras, provocó una lluvia de críticas en Estados Unidos contra la actriz, que tiene miles de fans en ese país. Desde redes sociales a presentadores de televisión se volvieron contra Cruz, quien tres días después de la publicación de la carta, firmada entre otros por Javier Bardem y Pedro Almodóvar, decidió aminorar sus acusaciones publicando un comunicado con el que trató de distanciarse del polémico escrito.
«No quiero que se me malinterprete respecto a un tema tan importante», escribió Cruz en el diario «USA Today», el único periódico que llega a todo el territorio estadounidense.
«No soy una experta en la situación y soy consciente de su complejidad. Mi único deseo y mi única intención al firmar esa carta fue querer que haya paz en Israel y en Gaza. Espero que ambas partes puedan llegar a un acuerdo para que haya un alto el fuego y deje de haber víctimas inocentes a un lado y otro de la frontera. Deseo que haya paz y unidad. Creo en una civilización capaz de tener la valentía de construir un mundo en el que los humanos puedan vivir juntos», destacó.
En Hollywood, adonde fueron a trabajar cientos de inmigrantes judíos en los años treinta, hablar mal de Israel sigue siendo un tema tabú que puede tener consecuencias desastrosas para la carrera de un actor. Bien lo sabe Mel Gibson, quien hace unos años hizo unos comentarios antisemitas en un rapto alcohólico y aún hoy sigue pidiendo disculpas por ello.
Incluso Gary Oldman se vio recientemente envuelto en la polémica al recordar aquel episodio sobre Gibson. Oldman declaró en una entrevista con la revista «Playboy» que «Gibson mordió la mano que le da de comer» con aquellas críticas y eso provocó que la Liga Antidifamación le atacara por el comentario, ya que sus miembros consideraron que perpetúa el estereotipo de que Hollywood está dirigido por una élite judía. Goldman tuvo que disculparse públicamente.
El conflicto israelí-palestino siempre se mantuvo alejado de la gran mayoría de las estrellas de Hollywood, donde quizás no hay una élite judía al mando pero donde los apellidos de origen judío abundan, sobre todo entre productores.
Javier Bardem y Pedro Almodóvar también son muy apreciados en Hollywood. Sin embargo, ellos no dieron explicaciones, lo que quizás demuestre que Penélope es la que más tiene que perder metiéndose en política. Es la más mediática de los tres. Tiene sustanciosos ingresos como rostro publicitario de diferentes marcas y si su público se rebela, las empresas a las que representa le pueden dar la espalda.
Otras mujeres de la industria del entretenimiento que se atrevieron a opinar sobre el conflicto también tuvieron que retractarse. El tuit de Rihanna pidiendo una Palestina libre hace diez días apenas duró diez minutos en la red social. Su representante tuvo que emitir un comunicado explicando que, extrañamente, el tuit «se envió solo» mientras la cantante leía un artículo sobre Gaza.
Ahora habrá que ver hasta qué punto la imagen pública de Cruz, Bardem y Almodóvar se resiente o si por el contrario, el paso que dieron al firmar esa carta es secundado por otros miembros de la industria.
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