Bajo el lema «cambiar de dirección, buscar paz, alejarse de guerras», más de 7.000 personas se manifestaron este sábado en Tel Aviv para protestar contra el Gobierno del primer ministro israelí Binyamín Netanyahu y exigieron su renuncia.

Convocados a través de la redes sociales por los partidos de izquierda Meretz y Jadash y por la ONG Paz Ahora, además de otros movimientos pacifistas, los congregados convergieron en la simbólica Plaza Rabín, donde en noviembre de 1995 el entoces primer ministro hebreo fue asesinado por un judío ultranacionalista religioso cuando lideraba el proceso de paz con los palestinos.

A la cabeza de la manifestación, figuras del mundo de la política y la cultura israelí como el escritor David Grossman, la presidenta del partido izquierdista Meretz, Zehava Gal-On, o la conocida cantante Ajinoam Nini (Noa).

Desde la tribuna, Grossman subrayó que «no existe una solución militar al conflicto entre Hamás e Israel».

«No existe un solución militar que ponga fin al sufrimiento de los israelíes en el sur y al sufrimiento inhumano de la población en Gaza», afirmó el laureado autor, que defendió el fin del largo bloqueo israelí a la franja.

Gal-On atacó, por su parte, a Netanyahu, a quien responsabilizó de la guerra al haber anegado los caminos que podrían llevar a la paz a través de la negociación y el diálogo.

«Un bloqueo diplomático: al rechazo a adoptar la iniciativa de paz árabe; al dinamitar las negociaciones con Mahmud Abbás tras nueve meses», enumeró.

«Al socavar las relaciones con Estados Unidos, al negarse a reconocer el Gobierno de unidad palestino, y al autorizar la amplia construcción de asentamientos, que destruyeron las oportunidades de paz con los palestinos», agregó.

En opinión de la diputada Gal-On, todo ello condujo a un conflicto en el que también perdieron la vida 64 soldados israelíes, un civil israelí, un beduino y un trabajador extranjero, y que ahondó la crisis en Gaza, reducida con 250.000 desplazados internos.

Los medios locales informaron de que esta es la mayor manifestación contra la guerra desde el último brote de violencia en Gaza.

Junto con el sentimiento anti-guerra, los manifestantes expresaron su ira contra el Gobierno israelí por su falta de liderazgo, al grito de «Bibi, vete a casa!», en referencia a Netanyahu, o con pancartas en las que se leía «La guerra no terminará mientras no nos hablemos», «Judíos y árabes se niegan a ser enemigos» o «Sí a una solución política».

Importantes fuerzas de seguridad se desplegaron en torno a la Plaza Rabin para prevenir enfrentamientos con manifestantes de ultraderecha.
«El Gobierno de Netanyahu no hace más que debilitar a Mahmud Abbás y reforzar a Hamás», dijo a los medios Nitzán Horowitz, diputado del Meretz.

Fotos: Gentileza Danny Schwarz

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