El máximo ejecutivo de la empresa francesa Orange, Stephane Richard, se disculpó con el viceprimer ministro israelí, Silvan Shalom, después de anunciar los planes de su compañía de cortar lazos con el Estado hebreo.
«Hablé con el CEO de Orange. Le dije que Israel estaba enojado por sus declaraciones. Le expresé mi molestia de que acudiera al boicot contra Israel que ayuda a gente que odia a este país e intenta herirlo económica y militarmente», destacó Shalom.
«El Sr. Richard se disculpó por los comentarios que hizo durante una conferencia en Egipto y me dijo que es amigo de Israel. Agregó que sus dichos fueron sacados de contexto y que sólo habló sobre el aspecto económico de su decisión», agregó.
«Se disculpó en nombre de sí mismo y su empresa y agregó que condenaba todas las formas de boicot», destacó el viceprimer ministro.
«Esto no tiene nada que ver con Israel, adoramos Israel, estamos presentes allí, en el mercado de empresas, invertimos en innovación, somos amigos de Israel; así que esto no tiene nada que ver con cualquier debate politico», señaló Richard.
El director de Orange dijo esta semana en El Cairo que la empresa francesa estaba dispuesta a retirar su sucursal de Israel «mañana a primera hora», pero que hacerlo tan rápidamente podía exponerlo a «riesgos legales y posibles penalidades financieras».
Por su parte, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, buscó calmar la disputa con Israel y afirmó que su país se oponía a cualquier boicot contra el Estado judío.
«Francia se opone firmemente a cualquier boicot a Israel», declaró Fabius, que llegará esta semana a Israel para reunisrse con sus principales líderes.
«Aunque es el presidente de Orange quien debe determinar la estrategia comercial de la compañía, Francia se opone firmemente a un boicot a Israel», afirmó.
Sin embargo, destacó que la empresa de telecomunicaciones era libre de definir su propia política.
Luego del anunció de Richard acerca de la retirada de Orange de Israel, el primer ministro Binyamín Netanyahu pidió a París que se distanciara de la «miserable» decisión del directivo.
A su vez, Estados Unidos no quiso alimentar la crisis abierta. El Departamento de Estado recordó únicamente que «su posición en general respecto al asunto del boicot no cambió», es decir, que Washington se opone.
A finales de mayo, cinco ONGs y dos sindicatos instaron a Orange a poner fin a su colaboración con la compañía Partner y a «denunciar las violaciones de derechos humanos cometidos por la empresa». Según su informe, la operadora israelí contribuye a mantener los asentamientos judíos en Cisjordania al proporcionarles servicios.
Las empresas Orange y Partner están vinculadas por un contrato de licencia, que permite a esta última utilizar la marca y la imagen de Orange a cambio de regalías.
Se trata del único contrato de este tipo firmado por la compañía francesa, que está presente en 29 países.
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