El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, reconoció que un acuerdo definitivo de paz entre Israel y la Autoridad Palestina (AP) no podrá concretarse en el plazo previsto del mes de abril.

Kerry declaró a un grupo de periodistas que primero tuvo la esperanza de establecer un acuerdo marco entre israelíes y palestinos, y que ahora cree que «nadie debería preocuparse si aún se necesitaran nueve meses más para concluir».

El canciller estadounidense reconoció, sin embargo, que «no se adelantó demasiado en las negociaciones».

Desde que Israel y la Autoridad Palestina volvieron a sentarse a una mesa de discusión, en julio, tras casi tres años de interrupción, «estamos intentando construir un marco para las negociaciones», señaló Kerry.

«Usamos estos siete meses para ver dónde estaban ambas partes y ser capaces de moldear las tratativas finales», indicó el secretario de Estado. Israel y la AP se reprochan mutuamente las dificultades surgidas desde julio de 2013 en su reiniciado diálogo.

Asimismo, el jefe de la diplomacia estadunidense acusó a Rusia de aumentar su ayuda al régimen sirio de Bashar al-Assad e insistió en que Washington evalúa continuamente qué medidas tomar para colaborar con el fin del sangriento conflicto.

«Lo que Assad está haciendo en Siria es atroz, excesivo, inaceptable, vergonzoso, cobarde, horroroso y todos lo sabemos», afirmó el secretario de Estado en una entrevista con la cadena de TV MSNBC citada por «Haaretz».

«Rusia está aumentando su asistencia a Assad. No creo que eso sea constructivo en el marco del esfuerzo para tratar de que cambie de opinión y sea capaz de tomar la decisión de negociar de buena fe», agregó Kerry.

El secretario de Estado admitió que el presidente Obama y su administración revisan continuamente las opciones para poner fin a la guerra, y defendió la negativa de EE.UU el año pasado a llevar adelante una intervención militar en Siria, luego de que se confirmara el uso de armas químicas en un conflicto que -según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos - dejó 140 mil muertos y millones de desplazados en casi tres años.

«Hay límites en la capacidad de cualquier nación de salir espontáneamente y usar la fuerza cada vez que quiere», insistió Kerry.

«Hay leyes que se deben seguir y hay un proceso. Lo cierto es que, a menos que el país que estamos considerando nos invite a entrar, a menos que lo hagamos como una cuestión de defensa propia o a menos que tengamos una resolución de la ONU, hay grandes límites para lo que podemos hacer», añadió.

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