El gobierno húngaro condenó «profundamente» los insultos y el comportamiento antisemita de los aficionados de su equipo nacional durante el partido amistoso contra Israel (1-1) que se disputó el pasado 15 de agosto en Budapest. «El gobierno húngaro condena profundamente el comportamiento de los seguidores que perturbaron la dignidad del encuentro amistoso entre Hungría e Israel», indicó el servicio de prensa del primer ministro, el conservador Viktor Orban, en un comunicado.
Sin embargo, estas actitudes «no están en contradicción directa con la ley, por ello las autoridades no tienen base legal para tomar medidas ante los hechos inmediatamente», añade el escrito.
Cuando sonó el himno nacional israelí en los prolegómenos del partido, varios seguidores húngaros gritaron lemas antisemitas como «judíos sucios», «Buchenwald» (en referencia al campo de concentración nazi situado en Alemania) o «Viva Mussolini».
Otros cientos de seguidores dieron la espalda al campo mientras sonaba el «Hatikvá», himno nacional israelí.
Estos incidentes antisemitas quedaron reflejados en diferentes grabaciones de vídeo que se difundieron en YouTube.
Los actos racistas se tratarán en la reunión de la Federación Húngara de Fútbol. Su presidente, Erik Banki, diputado del partido conservador en el poder, también condenó estos comportamientos «inaceptables, no sólo en los campos de fútbol, sino en todos los sitios», afirmó en una entrevista con la revista húngara HVI.
Por su parte, la FIFA señaló que «tiene conocimiento» de los comportamientos antisemitas que se produjeron en el partido.
«La FIFA tiene conocimiento de los incidentes de Budapest y va a interesarse en este asunto y en las etapas a seguir», indicó el servicio de la federación.
Hungría vive en los últimos años un aumento del antisemitismo, con el partido de la ultraderecha, Jobbik, que logró el 16,71% de los votos en las últimas elecciones de 2010.
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