Un día después de las violentas manifestaciones en Tel Aviv, Jerusalén fue el escenario de nuevas protestas sociales que terminaron con dos manifestantes detenidos.
200 manifestantes se congregaron frente a la residencia del primer ministro en reclamo a los hechos ocurridos el sábado en Tel Aviv, y luego marcharon por el centro de Jerusalén a la Plaza Sión.
Si bien los manifestantes no tenían permiso para reunirse afuera de la residencia o para celebrar una marcha, el participante Hen Tzuberi aseguró que la falta de licencia fue intencional, ya que ésta ha sido difícil de obtener, desde la creación del tren ligero que opera en la calle Yaffo.
Al llegar a la Plaza Sión, la policía trató de impedir marcharan sobre las vías, pero los manifestantes se abrieron paso y bloquearon un tren en movimiento. Durante el tumulto, dos de ellos fueron detenidos.
«No se les permitirá destruir la vida de cientos de miles de residentes de esta ciudad», dijo el portavoz de la Policía de Jerusalén, Shmuel Ben-Ruby, quien agregó que los agentes no detendrán protestas legales pero no permitirán las ilegales encaminadas a interrumpir las principales arterias de circulación.
Idán Rosa, uno de los principales activistas, prometió que si la policía actúa con violencia, los manifestantes reaccionarán del mismo modo.
«Estamos aquí por la misma razón que el verano pasado, - aseguró Rosa - nada ha cambiado; queremos justicia. Vinimos para conseguir algo y no vamos a detenernos hasta que lo logremos», afirmó.
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