Los partidos que forman parte de la coalición gubernamental de Israel consiguieron llegar a un acuerdo para acabar con las exenciones a las que se podían acoger los jóvenes ultraortodoxos judíos para evitar el cumplimiento del servicio militar obligatorio, después de que las diferencias estuvieran a punto de romper el Ejecutivo.
Aprobado por secciones individuales debido a la complejidad del asunto, la última y más polémica - la de aplicar sanciones legales a los ultraortodoxos que no se presenten al servicio - fue respaldada por cuatro votos a favor, una abstención y un voto en contra.
Según el nuevo proyecto, un 65% de los jóvenes ultraortodoxos en edad militar deberá prestar servicio militar (unos 3.200) o civil (unos 2.000) a partir de 2017 o sufrirá las consecuencias legales de ser declarado «desertor».
El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, dialogó con el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, para que dejase de oponerse a que los jóvenes ultraortodoxos pudiesen recibir multas si se negaban a realizar el servicio, uno de los puntos más controvertidos de la ley.
El partido centrist Yesh Atid, el principal socio de coalición de Netanyahu, amenazó esta semana con abandonar el Gobierno si la cuestión no era resuelta.
Al final, según el acuerdo, los jóvenes ultraortodoxos podrán ser condenados si desertan, aunque no se aplicarán penas durante un período de cuatro años en los que el Ejército intentará que éstos se alisten.
Además, según el proyecto de ley, que aún debe ser aprobado por el Gobierno y el Parlamento, el número de estudiantes de la Torá que estarán exentos de realizar el servicio militar será de 1.800 de un total de unos 8.000 que se estima que cada año deben registrarse para cumplir su obligación de servir a las Fuerzas Armadas.
El líder de Yesh Atid, Yair Lapid, indicó en una rueda de prensa que «el Gobierno demostró que puede realizar cambios, incluso en los asuntos más difíciles».
Después de las elecciones de enero, por primera vez en una década, el Ejecutivo israelí no tienen ningún judío ultraortodoxo entre sus filas, por lo que los partidos de centro que forman parte del Gobiernoo impulsaron varias reformas para acabar con los privilegios de dicho sector.
Todos los hombres y mujeres de Israel deben cumplir con el servicio militar de tres años cuando cumplen 18 años de edad. Sin embargo, la mayoría de los ciudadanos árabes, así como los judíos ultraortodoxos, disfrutan de excenciones y no deben recibir la instrucción durante este periodo.
Yaakov Litzman, diputado del partido ultraortodoxo Iahadut Hatorá, religioso criticó el proyecto de ley y afirmó que sus recomendaciones representan «una desgracia y una vergüenza para el Estado de Israel».
«Esas recomendaciones no serán implementadas porque son populistas y no realistas», aseguró Litzman.
El diputado indicó que Israel salió «victorioso a través de su historia en sus batallas contra los enemigos de la religión» y señaló que Netanyahu «se hundirá en la infamia por prestar apoyo a los fiscales de la Torá».
«Netanyahu encabeza un Gobierno que odia la religión y será recordado en los anales de la historia como colaborador en los intentos para destruir nuestra Torá», aseveró.
Asimismo, aseguró que no puede existir una situación en la que alguien que quiera seguir estudiando la Torá se vea en la cárcel por negarse a ir al Ejército.
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