Vándalos desconocidos realizaron pintadas anticristianas en la Abadía de la Dormición, cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén, y causaron daños en varios automóviles aparcados en las cercanías de la iglesia, informó la policía israelí. En la puerta de la Abadía apareció una pintada con la inscripción «Los cristianos son monos» y otras expresiones ofensivas contra el cristianismo, según el portavoz policial, Miki Rosenfeld.
Otra inscripción rezaba «Havat Maón» (Hacienda Maón), el nombre de un asentamiento judío ilegal en Cisjordania, por lo que el ataque podría haber sido realizado por un grupo radicales conocidos como «Etiqueta de precio», según el diario «Yediot Aharonot».
«Etiqueta de precio» es como denominan grupos radicales judíos de los asentamientos en Cisjordania a los ataques que llevan a cabo, generalmente contra habitantes palestinos y sus propiedades, en respuesta a medidas adoptadas por las autoridades israelíes en contra del movimiento colonizador, como la demolición de construcciones ilegales.
Varios automóviles estacionados en las inmediaciones de la abadía aparecieron con las ruedas pinchadas, informó el portavoz policial, que indicó que se abrió una investigación para dar con los autores del acto vandálico.
La Abadía de la Dormición ya fue objeto de un ataque, el pasado octubre, cuando desconocidos realizaron pintadas con graves insultos hacia Jesús en la puerta del Convento de San Francisco, situado junto al templo.
En esa ocasión también apareció en las puertas del convent la inscripción «Etiqueta de precio».
Un mes antes, las puertas del Monasterio de Latrún, a unos 20 kilómetros de Jerusalén, fueron incendiadas por desconocidos, que también hicieron pintadas ofensivas contra Jesús. En uno de los vehículos estacionados junto al monasterio se leía «Jesús es un bastardo» y «Etiqueta de precio».
La Iglesia Histórica Bautista de Jerusalén también sufrió ataques similares el pasado año.
A pesar de los numerosos actos de este tipo atribuidos en los últimos años a estos grupos radicales, los organismos israelíes de seguridad no arrestaron a casi ninguno de sus miembros.
Una de las razones, según un reciente reportaje local, es que actúan casi como un servicio secreto, con peldaños de información que bloquean el avance de las investigaciones.
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