Más de 400 mil personas participaron de una marcha a un mes de la muerte del fiscal argentino, Alberto Nisman, que acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de encubrir a ex dirigentes iraníes, sospechosos de cometer el atentado contra la AMIA.
La multitudinaria manifestación fue convocada por un grupo de fiscales y rápidamente recibió la adhesión de la oposición, en medio de la tormenta política que sacude al Gobierno desde la muerte del fiscal Nisman.
Bajo la lluvia, las 400 mil personas marcharon armando una gran «carpa» de paraguas que avanzó en calma y despacio entre el Congreso de Buenos Aires y la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno. La marcha se presentó como apolítica, aunque a ella se sumaron líderes de oposición, y de algunas organizaciones sociales y religiosas.
«Homenaje al Fiscal Alberto Nisman», decía una pancarta gigante sujetada por los seis fiscales que convocaron a esta manifestación. Muchos llevaban como podían carteles mojados en los que pedían «Verdad» y «Justicia».
Los fiscales y la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado y sus dos hijas de 15 y 7 años, fueron aplaudidas al ser reconocidos por la gente.
Pasadas las 20:00 hs, el grupo de fiscales convocantes llegó al lugar. Se subió a un camión que ofició de escenario. «Hagamoslo en paz y tranquilos. Por el dolor que nos causó la muerte del fiscal Alberto Nisman, acompañando el sentimiento de la familia y en respeto a su memoria, les pedimos a los cientos de miles que están presentes en este homenaje, un minuto de silencio», manifestó el titular del gremio de los fiscales Julio Piumato. Los manifestantes obedecieron la consigna y entonaron el himno nacional.
El Gobierno repudió el mitin por considerarlo «golpista» y sostuvo que la denuncia de Nisman contra Cristina es un intento de involucrar a Argentina en el conflicto Oriente Medio.
«Les pido que abran bien los ojos. No estoy hablando de conspiraciones, es un mundo de intereses», afirmó la presidenta, sin referirse a la manifestación.
«La marcha es un catalizador de reclamos subyacentes en la sociedad, como la impunidad. El enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y el Judicial era preexistente, pero el caso Nisman lo potenció», dijo Rosendo Fraga, sociólogo y director de la consultora Nueva Mayoría.
La llamada «Marcha del Silencio» abarcó protestas en otras ciudades de Argentina e incluso en otros países, como Paraguay, Chile, Estados Unidos o Israel, luego de que la convocatoria fuera difundida por diversos sitios de internet.
La televisión argentina mostró a multitudes que protestaban en las principales ciudades de la nación, como Córdoba, Rosario y Mar del Plata.
Nisman había acusado a ciudadanos iraníes de planificar el ataque a la AMIA y consideró que un acuerdo de hace dos años entre Argentina e Irán para investigar el atentado - que finalmente nunca se implementó - buscaba encubrir a los verdaderos responsables del hecho.
Por su parte, el Gobierno argentino acusó a los servicios de inteligencia de haber impulsado la denuncia del fiscal Nisman - con el fin de derribar definitivamente el acuerdo con Irán - y promovió un cambio en la agencia de inteligencia, que actualmente está siendo tratado por el Congreso.
Notas relacionadas:
Ex esposa de Nisman criticó «politización de investigación»
«La muerte de Nisman recae en el gobierno»
«A Nisman lo mataron»