La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a referirse al tema AMIA y a la denuncia de la que fue objeto por parte del fallecido fiscal Alberto Nisman.
En un texto que difundió en las redes sociales, Cristina elaboró una respuesta a las críticas que recibió del Gobierno de Israel, que a su vez fueron una contestación al abordaje que la mandataria hizo sobre la causa en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.
Según la jefa del Estado, el discurso que pronunció el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, en el Congreso norteamericano, donde atacó duramente a Irán y lo responsabilizó por las voladuras de la embajada hebrea y la AMIA, tuvo como objetivo «impedir que el presidente Barak Obama llegue a ningún tipo de acuerdo con Irán sobre el programa nuclear de dicho país».
Con esa primera referencia comenzó Fernández de Kirchner una nota que no tiene un hilo conductor claro pero que aún cuando salta de una cuestión a otra se puede deducir que la mandataria pone en duda que el Ejecutivo de Netanyahu y otros actores que fijan posición sobre el tema AMIA, en tono crítico a su Gobierno, tengan por fin lograr el esclarecimiento o se inspiren en la búsqueda de verdad y justicia.
Esto queda claro en la cadena desordenada de datos que difundió la presidenta y en su conclusión final, que a su vez da nombre al artículo: «Fechas, hechos y estrategias que nada tienen que ver con la Justicia que merecen las 85 víctimas de la AMIA, sus familiares y nuestro país. A propósito de fechas, hechos y estrategias. El 17 de marzo hay elecciones en Israel».
Y luego reforzó: «Dos semanas después de que Netanyahu decidió ir a hablar ante el Congreso Estados Unidos. Y por las licencias que se toma la historia, se cumplen 23 años de la voladura de la Embajada de Israel en Buenos Aires».
Antes Cristina recordó otra vez los escritos de Nisman hallados en la caja de seguridad de la Fiscalía AMIA, que tenían como objetivo pedir la intervención de la ONU y en los que el fallecido fiscal elogiaba la política del Gobierno en el tema.
En otro párrafo, la jefa del Estado citó declaraciones en el diario «Clarín» de un especialista en seguridad ligado al partido republicano norteamericano con las que también pretendió mostrar la utilización política, internacional y nacional, de la causa AMIA. Y, nuevamente, atacar a Nisman.
Joseph Humire, director de Center for a Secure Free Society, con sede en Washington, dijo a «Clarín», entre otras cosas, lo siguiente según la selección de la mandataria: «No creo que Nisman hubiera querido atacar a la presidenta, no era su propósito. Lo que creo es que de alguna manera estaba usando a Cristina Kirchner como un vínculo para poder abrir el caso de AMIA a un nivel internacional, a cortes globales, a Naciones Unidas».
Cristina agregó: «Aunque no lo creas es textual». Y siguió: «Pero hay más: según Humire, Nisman buscaba que los iraníes se presentaran ante la Justicia por que los alertas de Interpol no funcionan».
«Cada vez peor, sobre todo al recordar que el argumento principal de la denuncia de Nisman contra el Gobierno era que quería hacer caer las alertas rojas», insistió la presidenta para reforzar su argumento acerca de las inconsistencias en la denuncia de Nisman pero, sobre todo, su idea de que el trabajo del fiscal muerto se insertó en una trama de intereses distantes de la búsqueda de «memoria, verdad y justicia».
«El reclamo es el mismo hace 21 años: Memoria, Verdad y Justicia. Alguna vez deberán llegar, como con las víctimas del terrorismo de Estado», añadió.
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