El Gobierno de Israel reivindicó la figura del fallecido fiscal argentino Alberto Nisman, quien, dijo, «pagó con su vida el intento de llegar a la verdad».
Al hablar en el acto en Buenos Aires por el 23 aniversario del atentado contra su embajada, el ministro interino de Agricultura y Desarrollo Rural israelí, Yair Shamir, dijo que tras los ataques terroristas de 1992 y 1994 «muy lamentablemente ocurrió otra tragedia, la muerte del fiscal Alberto Nisman, bendita sea su memoria, que pagó con su vida el intento de llegar a la verdad».
Shamir recordó que Nisman fue «el fiscal nombrado por el Estado argentine» para investigar el ataque a la AMIA y que «dijo que detrás del atentado estaban Irán y su brazo ejecutor, Hezbolá».
«Irán continúa sembrando terror y el mundo sigue apaciguando ese nido de víboras», sostuvo el funcionario, quien llamó a la comunidad internacional a «aliarse en una lucha mundial contra el terror y unir esfuerzos su erradicación del terror».
Shamir advirtió que «estos crímenes deben ser investigados para que sus despreciables perpetradores sean condenados por la Justicia».
En representación del gobierno argentino estuvo el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, quien fue silbado por un sector de los presentes en el acto al que también asistieron el jefe de gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el portavoz del gobernador bonaerense, Jorge Telerman.
Jorge Cohen, sobreviviente del atentado a la embajada de Israel, reclamó en el acto «memoria y justicia, no importa cuándo», y agregó: «Las palabras que se me ocurren son impunidad y dolor, que son un sentimiento, una marca».
La llegada de los funcionarios israelíes se produjo poco tiempo después de las críticas de la presidenta Cristina Kirchner al ejecutivo del Estado judío y al curso de la investigación del ataque en Argentina.
En la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación la mandataria se preguntó «por qué el Estado de Israel reclama por la AMIA y no por su propia embajada». Además cuestionó que tras la investigación que llevó a cabo la Corte Suprema de Justicia sobre la voladura de la sede diplomática no haya detenidos ni condenados, ni se sepa bien lo que pasó.
La justicia argentina apuntó a la organización terrorista Hezbolá como autor material de ambos atentados y a Irán como su planificador.
La presidenta se reunió en la víspera con sobrevivientes del ataque a la embajada y familiares de las víctimas, pero no asistió a la ceremonia de homenaje por tener que encabezar actos oficiales en la sureña provincia de Santa Cruz.
El atentado a su embajada en Buenos Aires es uno de los argumentos esgrimidos por Israel en su intento para impedir que Estados Unidos y el resto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas más Alemania firmen un acuerdo con Irán para garantizar su programa nuclear.
La Corte Suprema argentina determinó que el atentado a la sede diplomática se produjo con una carga de explosivos acondicionados en una camioneta Ford F 100 que se detuvo en la vereda de la sede diplomática antes de la explosión.
El atentado fue en represalia por el asesinato del entonces jefe de Hezbolá, Abbás Musawi, ocurrido un mes antes en Líbano. La Corte pidió la captura internacional de Imad Mughniyah, responsible del aparato de seguridad central y exterior de Hezbolá al momento de cometerse el atentado. Mughniyah murió en 2008 en un atentado en Siria, según Interpol.
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