El último alto el fuego de 72 horas acordado entre Israel y Hamás en Gaza con la mediación de Egipto entró en vigor ayer domingo a las 23:00 después de una jornada de hostilidades que continuaron hasta último momento.

Ambas partes respetan la tregua, aunque horas antes de iniciarse terroristas palestinos dispararon desde la franja varias andanadas de proyectiles contra Israel, en particular contra localidades aledañas al paso fronterizo de Kerem Shalom que debió ser cerrado.

También la ciudad de Ashkelón, a unos 13 kilómetros de Gaza, y Beersheva, a 42 kilómetros, fueron blanco de misiles que no causaron víctimas, según informó el Canal 10 de la televisión israelí.

Del otro lado, Israel atacó durante el domingo al menos 20 objetivos con el resultado de tres palestinos muertos y  veinte heridos, según la misma fuente.

Tras el anuncio de aceptación del Gobierno israelí de Binyamín Netanyahu y los dirigentes de Hamás, especialmente Khaled Mashal, quien se encuentra en Qatar, y gracias a las gestiones de Egipto se abre un nuevo marco para la negociación en El Cairo.

Mientras que los negociadores de Hamás ya arribaron a la capital egipcia, según el dirigente Izat al-Resheq, fuentes diplomáticas israelíes citadas por la prensa local afirmaron que la continuación de las tratativas dependerá del seguimiento que haga la otra parte de la tregua.

«Si Hamás respeta el cese del fuego, la delegación israelí llegará a Egipto en la mañana del lunes», afirmó a los medios el ministro de Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz.

A su vez, desde el Ministerio de Defensa israelí informaron que la misión negociadora compuesta por el jefe de la ofcina política de ministerio, Amós Gilad, el jefe del Shin Bet, Yoram Cohen, y el coordinador de actividades en los territorios, Yoav (Poli) Mordejai, arribaron a El Cairo.

Desde Gaza, Al Resheq explicó que Hamás «quería dar una oportunidad a las negociaciones», razón por la que aceptó esta nueva tregua.

En la última semana las partes respetaron una tregua de 72 horas que concluyó el pasado viernes por la mañana y que no se renovó por divergencias sobre las demandas palestinas a las que Israel no respondió, por un lado, y la continuación del fuego, por otro.

De este modo, las negociaciones para un compromiso más duradero se retrasan de momento, debido, sobre todo, a las grandes diferencias en torno al futuro del bloqueo que Egipto e Israel impusieron a Gaza, y que Hamás pide que se levante completamente.

Para Israel esa posibilidad es inviable mientras Hamás controle Gaza. No obstante, el presidente de Egipto, Abdel Fatah al-Sisi, propuso la apertura del paso de Rafah bajo control exclusivo de la Autoridad Palestina (AP), que lidera Mahmud Abbás, y no Hamás, con el fin de evitar el contrabando de armas.

Por otra parte, la ONU saludó la nueva tregua. En un comunicado, el secretario general, Ban Ki Moon, mostró su esperanza en que esta «nueva oportunidad» para lograr un pacto bajo los auspicios de Egipto fructifique para «beneficio de todas las poblaciones civiles y sirva como punto de partida para dar respuesta a las reivindicaciones de raíz de las dos partes».

El diplomático coreano urgió a todos los actores a «trabajar de forma constructiva» y a «evitar cualquier paso que pueda llevar a un retorno de la violencia».

«La ONU está lista para asistir en la implementación de un acuerdo que consolide la paz y permita la muy necesaria reconstrucción y el desarrollo de Gaza», señaló.

Además, Netanyahu reiteró ante el presidente del Estado, Reuvén Rivlin, que seguía comprometido a alcanzar los objetivos fijados cuando se lanzó la operación «Margen Protector» en Gaza, el pasado 8 de julio.

Unos objetivos entre los que, en palabras del primer ministro israelí, se encuentra «la restauración de la calma para los residentes de Israel por un largo período, al tiempo que golpear de manera significativa a las organizaciones terroristas» y que el mandatario pretende alcanzar «tanto por la vía militar como la diplomática, o por una combinación de ambas».

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