Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y las organizaciones terroristas palestinas en Gaza lideradas por Hamás prosiguen los combates en medio de tenues indicios que apuntan, sin embargo, a que la negociación para el alto el fuego podría reanudarse en breve.
El optimismo se sostiene en declaraciones de una fuente cercana al primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y un al parecer alentador resultado de la reciente reunión en Doha entre el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbás, y el líder político de Hamás en el exilio, Khaled Mashaal.
Ambos volvieron a encontrarse en la capital qatarí bajo los auspicios del emir Tamin bin Hamad al-Zani para tratar de acercar las posturas que les distancian sobre el control de la seguridad en la franja, gobernada por Hamás.
Abbás y Mashaal coincidieron en que el levantamiento del bloqueo económico y el asedio militar que Egipto e Israel imponen Gaza son el objetivo prioritario, junto a la apertura de la frontera en Rafah, del corredor a Cisjordania, de un puerto y un aeropuerto.
Sin embargo, ambos colisionan en la forma de lograrlo. Abbás respalda la propuesta de Egipto, que pide primero un alto el fuego y después la negociación del alivio del bloqueo, propuesta que Israel ve con buenos ojos. Mashaal, por su parte, considera que esa opción ya fracasó en 2012, tras el anterior conflicto con Israel, e insistió en que las medidas de alivio se concreten al mismo tiempo que el cese de las hostilidades, para lo que cuenta con el apoyo de Qatar y Turquía.
«Si ambos terminan viajando a El Cairo como se especuló toda la semana, es que las negociaciones avanzan en la dirección esperada», explicó el negociador palestino Saeb Ereka, cercano a Abbás.
El pasado jueves, poco después de que se celebrara la reunión entre los dos dirigentes palestinos, una fuente oficial israelí explicó al diario «Haaretz» que Israel examina igualmente la opción de renovar la tregua.
«Israel está actualmente siguiendo el camino de la mediación egipcia. El final de la operación, creemos, debe hacerse a través de El Cairo», afirmó la fuente israelí, que el rotativo evitó identificar.
Las negociaciones ahondaron la división sobre el conflicto que anida en el Gabinete de Seguridad israelí, con los ministros ultranacionalistas presionando a Netanyahu para que prosiga con una guerra que en 41 días ya le costó al erario público más de 2,500 millones de dólares.
El ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, acusó la semana pasada al jefe del Gobierno de ocultar información sobre el diálogo, mientras que el titular de Economía, Naftali Bennett, reiteró tras la ruptura de la tregua que la operación bélica debe continuar «hasta arrodillar a Hamás».
El miércoles pasado, tras conocerse que las FDI lograron matar a tres comandantes de alto rango de Hamás, Netanyahu pidió a sus ministros que hablaran menos y dijo que la ocultación buscaba evitar filtraciones.
El éxito de dicha operación parece haber otorgado al mandatario hebreo el instrumento que necesitaba para aliviar las tensiones internas y avanzar hacia una solución que le resulte airosa.
Notas relacionadas:
Netanyahu: «Israel seguirá persiguiendo a líderes de Hamás»
Netanyahu: «Veo un nuevo horizonte diplomático para Israel»
Netanyahu: «Tragedia en Gaza: Gobierno de Hamás»