El Estado Islámico (EI) arrasó con el sitio arqueológico asirio de Nimrud, en el norte de Irak, informó en un comunicado el Ministerio de Turismo y Antigüedades de ese país árabe, azotado por la ofensiva del grupo yihadista que quiere imponer un califato.
Los terroristas del EI emplearon maquinaria pesada para destruir esta ciudad arqueológica del siglo XIII a.C., agregó el texto citado por «Haaretz».
El Ministerio de Turismo y Antigüedades iraquí condenó lo que definió como «acciones criminals» y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que celebre una reunión urgente para aplicar sus decisiones respecto a Irak, que padece la violenta ofensiva del EI al igual que Siria.
«Irak representa la primera línea de defensa contra el EI y es necesario cesar esta situación dramática por la que está pasando el mundo civilizado y hacer frente juntos a este ataque a la cultura y la humanidad», agregaron las autoridades.
Nimrud, conocida en la Biblia como Kalakh, fue una de las capitales de Asiria, fundada por el rey asirio Shalamansar I, y está situada junto al río Tigris, a unos 30 kilómetros al sureste de Mosul, capital de la provincia de Nínive. Fue el sitio de excavaciones que brindó tallada de marfil, joyas , coronas y otros objetos que se almacenan en el museo arqueológico de Bagdad, que en los últimos días volvió a abrir al público.
Desde la invasión a Irak liderada por Estados Unidos (2003-2011), Nimrud sufrió saqueos y el daño de muchas esculturas. El reciente ataque fue el último contra estructuras y artefactos antiguos en Siria e Irak que el EI destruyó en nombre de su severa interpretación de la ley islámica.
El 26 de febrero pasado, yihadistas del EI difundieron un video por Internet que mostraba cómo destruían decenas de figuras del Museo de la Civilización de Mosul en Irak, entre ellas alguna de la época asiria de los siglos VIII y VII a.C.
Uno de los yihadistas que aparecía en el vi¬deo justificó ese acto de vandalismo al asegurar que los pueblos de la antigüedad adoraban a í¬dolos «en vez de a Alá» y que el mismo profeta Mahoma destruyó con sus propias manos otras figuras de religiosos.
La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, dijo estar consternada por la destrucción de Nimrud. «Condeno con la mayor firmeza la destrucción del sitio de Nimrud. Este nuevo ataque contra el pueblo iraquí es una prueba más de que la limpieza cultural de que es objeto Irak no se detiene ante nada ni ante nadie», declaró Bokova en un comunicado que también citó «Haaretz».
La funcionaria consideró que el EI «tiene como objetivo la vida humana y las minorías y se acompaña de la destrucción sistemática de un patrimonio milenario de la humanidad».
«No podemos permanecer en silencio. La destrucción deliberada del patrimonio cultural constituye un crimen de Guerra», subrayó.
Bokova hizo un llamado «a todos los responsables políticos y religiosos de la región a alzarse contra este nuevo acto de barbarie».
«No existe justificación política ni religiosa alguna para destruir el patrimonio cultural de la humanidad», señaló la máxima responsable de la UNESCO, organismo que vela por el patrimonio mundial y que este año cumplirá 70 años.
«Pido también a todos los que puedan, y en particular a los jóvenes, de Irak y de otros lugares, a hacer cuanto esté en su mano para proteger este patrimonio y reivindicarlo como propio y como bien común de la humanidad entera», dijo.
«Llamo a todas las instituciones culturales, los museos, los periodistas, los profesores y los científicos a compartir y explicar todavía más la importancia de este patrimonio de la civilización mesopotámica», agregó.
«Contra la locura criminal de quienes destruyen la cultura, debemos responder con más cultura y con una movilización sin precedentes», puntualizó Bokova.
La directora de la UNESCO comentó que informó al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU y a la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre lo sucedido.
«La comunidad internacional en su conjunto debe aunar esfuerzos en solidaridad con el gobierno y el pueblo iraquí para detener esta catástrofe», añadió.
«La UNESCO está determinada a hacer todo lo posible para documentar y proteger el patrimonio de Irak y frenar el tráfico ilícito de bienes culturales, que participa directamente en la financiación del terrorismo», declarró.
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