El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que tiene un interés personal en asegurar que las negociaciones con Irán produzcan un acuerdo que evite que esa nación fabrique un arma nuclear a largo plazo.
En una entrevista con la revista «The Atlantic», Obama afirmó que si Irán tiene un arma nuclear en 20 años, él sería considerado responsable.
«Mire, en 20 años yo voy a seguir por aquí, si Dios quiere. Si Irán tiene un arma nuclear, va mi reputación de por medio», señaló el mandatario norteamericano.
«Pienso que es justo decir que además de nuestros profundos intereses de seguridad nacional, tengo un interés personal en concretar esto».
Los críticos a la adopción de un acuerdo con el gobierno de Teherán dicen que el presidente está tan determinado a abrillantar su legado que aceptará un compromiso muy flexible con Irán junto con los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania.
A Israel y algunos aliados estadounidenses del Golfo Pérsico les preocupa que Irán podría simplemente estar retrasando su capacidad de construir un arma nuclear a fin de que se levanten sanciones económicas que pesan aún en su contra.
Pero Obama y sus asistentes destacaron que su inversión en las negociaciones y la comprensión de que podría dañar su legado es la razón por la que el líder irá en pos de un acuerdo fuerte y aplicable.
«Él no va a firmar un mal acuerdo precisamente porque es su reputación la que está en juego», explicó el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Obama firmó una iniciativa que da al Congreso el derecho de revisar el posible acuerdo con Irán.
La legislación dará al Congreso la facultad de revisar el pacto nuclear en un plazo de 30 días e impide al presidente suspender cualquier sanción de la Cámara contra la República Islámica durante ese período.
Si los legisladores desaprueban el acuerdo y luego hacen caso omiso de un probable veto de Obama, su administración perderá la actual facultad de levantar ciertas sanciones económicas que el Congreso impuso a Irán.
La entrevista con «The Atlantic» cubrió varios asuntos sobre Oriente Medio, desde las relaciones entre Estados Unidos e Israel hasta Irán y el estatus de la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El reportaje se realizó antes de la toma de la ciudad siria de Palmira por terroristas del EI, pero después de la caída de la ciudad iraquí de Ramadi a manos de éstos.
Obama calificó la perdida de Ramadi como «una fuente de preocupación», pero agregó: «No creo que estemos perdiendo».
«No hay duda de que fue una contrariedad táctica, aunque Ramadi había estado vulnerable durante mucho tiempo, principalmente porque no hay fuerzas de seguridad iraquíes que hayamos entrenado o reforzado», manifestó el jefe de la Casa Blanca.
Earnest, abordando la caída de Palmira, admitió que el combate contra el grupo EI tomará tiempo. «En tanto no seamos capaces de acumular fuerzas locales terrestres en Siria que puedan encargarse del combate contra el EI en su propio país, esto continuará siendo un reto difícil que no se va a resolver de la noche a la mañana», agregó.
Notas relacionadas:
Obama: Más diplomacia que guerra
Obama: «Acuerdo nuclear con Irán, oportunidad única»
Obama: «Reimpondé sanciones si Irán no cumple acuerdo»