El presidente norteamericano, Barack Obama, defendió con firmeza un acuerdo nuclear general con Irán calificándolo como «una oportunidad que se presenta una vez en la vida» para evitar una bomba y llevar estabilidad de largo plazo a Oriente Medio.
En una entrevista con el columnista de «The New York Times», Thomas Friedman, el mandatario estadounidense defendió lo que el columnista llamó la «doctrina Obama» con respecto a las relaciones con Irán, así como con Cuba y Myanmar.
Ahora, en su séptimo año en el cargo, Obama presenta las negociaciones con Irán como parte de una doctrina de política exterior más amplia que considera el poder de Estados Unidos como una salvaguardia que le proporciona la capacidad de tomar riesgos calculados.
«Somos suficientemente poderosos para probar estas propuestas sin ponernos en riesgo», señaló, citando su apertura ante Cuba y Myanmar como otros ejemplos de su enfoque.
Obama agregó que continuar con las sanciones contra Irán dejaría al mundo menos enterado de su proyecto nuclear y que los ataques militares sólo serían retrasos temporales «que casi seguramente provocarían una carrera hacia la construcción de bombas atómica».
El presidente defendió el acuerdo con Irán frente a las críticas de Israel. Aunque expresó su comprensión por las preocupaciones israelíes, Obama subrayó que no hay una mejor opción para evitar una posesión de armas nucleares por parte de Teherán. Asímismo, reafirmó los compromisos de seguridad de Estados Unidos con Israel.
«Lo que le puedo decir a los israelíes es en primer lugar, que ésta es la mejor opción que alcanzamos hasta ahora para asegurar que Irán no tendrá una bomba nuclear en su poder. Y en segundo lugar, recalcar que cuando sellemos este acuerdo, enviaremos un mensaje muy claro a los iraníes y a toda la región de que Estados Unidos estará allí cuando alguien amenace a Israel», afirmó.
Obama sostuvo que, si bien Israel tiene razones para estar preocupado por Irán, el acuerdo marco que los negociadores alcanzaron la semana pasada es provechoso, y destacó que le resultaba «personalmente difícil» escuchar que su gobierno es acusado de no velar por los intereses del Estado judío.
«Dejé muy en claro que Irán no obtendrá un arma nuclear mientras esté bajo mi vigilancia, y pienso que deberían comprender que lo decimos en serio», aseveró.
El presidente sostuvo además que un Israel debilitado sería un «fracaso fundamental» de su presidencia, ratificando la solidaridad con su aliado.
«Yo lo consideraría un fracaso de mi parte, un fracaso fundamental de mi presidencia, si en mi mandato o como consecuencia del trabajo que hice, Israel se volviera más vulnerable», dijo.
Para el mandatario, un debilitamiento israelí en la región sería «no sólo una falla estratégica, creo que sería un error moral», acotando que la condición de aliados no se quebraría por diferencias entre Israel y Estados Unidos.
«Pero los dirigentes de Israel deben entender que no hay una opción para impedir que Irán obtenga un arma nuclear que sea más eficaz que la iniciativa diplomática», expresó.
Obama argumentó que negociaciones exitosas demostraban ser la manera más efectiva de impedir que Irán obtenga un arma nuclear, pero insistió en que mantendría sobre la mesa todas las opciones por si Teherán llega a violar los términos.
Durante la entrevista, el líder indicó que tendrá una «conversación difícil» con los países aliados de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, en la que prometerá un fuerte apoyo contra las amenazas externas, pero les dirá que deben hacerse cargo de sus desafíos políticos internos.
«Pienso cuando vemos lo que pasa en Siria, por ejemplo, que hay un gran deseo de que Estados Unidos vaya y haga algo», agregó.
«Pero la pregunta es ¿por qué los árabes no pueden pelear contra los terribles abusos contra los derechos humanos que se perpetraron, o pelear contra lo que hizo Assad?», añadió refiriéndose al presidente sirio.
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