Israel y Arabia Saudita mantuvieron al menos cinco reuniones secretas desde principios del 2014 para tratar la amenaza común que representa Irán en la región, según publicaron el diario israelí «The Jerusalem Post» y «Bloomberg».

Aunque los dos países se consideran enemigos históricos y Arabia Saudita rechaza reconocer el derecho de Israel a existir, los dos Estados tienen el mismo objetivo de intentar minimizar la influencia creciente de Irán en Oriente Medio.

Dore Gold, designado para ser el próximo director general del ministerio de Exteriores de Israel, y Anwar Eshki, general saudita retirado, antiguo asesor del príncipe Bandar bin Sultan y ex embajador en Estados Unidos, hablaron del acercamiento de los dos países en una reunión poco habitual en el Consejo de Relaciones Exteriores en Washington.

«No resolvimos todas las diferencias de nuestros países durante años, pero nuestra esperanza es que podremos solucionarlas totalmente en los próximos», indicó Gold, según «The Jerusalem Post».

Tanto Gold como Eshki remarcaron que no estaban hablando como representantes de sus gobiernos, sino como expertos en política extranjera y destacaron esperanzas de que sus países encontraran un suelo en común en cara a los desafíos regionales.

«Nuestra postura en esta etapa no significa que resolvimos todas las diferencias que nuestros países comparten por años. Pero nuestra esperanza es que podamos tratarlas más adelante», señaló Gold.

Las cinco reuniones que se celebraron entre los dos países durante 17 meses se produjeron en la India, Italia y la República Checa.

Uno de los participantes, Shimón Shapira, un general israelí retirado y experto en la organización terrorista libanesa Hezbolá, indicó que «descubrimos que teníamos los mismos problemas y los mismos desafíos y algunas de las mismas respuestas».

Shapira explicó que los problemas a los que se refería eran las actividades de Irán en la región e indicó que ambas partes debatieron vías económicas y políticas de eliminarlos.

Las reuniones se intensificaron a medida que Estados Unidos junto con otros mediadores internacionales encuentran soluciones para el acuerdo del programa nuclear iraní.

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