Israel derribó viviendas de dos terroristas palestinos que realizaron ataques mortales en Jerusalén el año pasado, el primer paso concreto de ejército tras una reunión del gobierno en la que el primer ministro, Binyamín Netanyahu, advirtió que empleará «mano dura» ante los últimos incidentes.
Las demoliciones se produjeron en medio de semanas de disturbios entre palestinos y autoridades en Jerusalén Este y Cisjordania y tras un fin de semana feriado sangriento en el que cuatro israelíes fueron asesinados.
Fuerzas israelíes abatieron a cuatro palestinos durante las violentas protestas.
Las viviendas pertenecían a las familias de de Abu Jamil Jasan Ben Muhamad, quien junto a su primo Muhamed Naif El-Jabais mataron a siete fieles el año pasado en la sinagoga Har Nof de Jerusalén en noviembre de 2014 antes de ser abatidos.
En el mismo barrio de Jabal Moukabber, el ejército anunció haber destruido la casa de la familia de Mohamed Jaabis, muerto en agosto de 2014 en Jerusalén cuando atacó un autobús con una excavadora.
Además, las tropas sellaron una habitación de una casa de la familia de Muatez Ibrahim Halil Hijazi en el barrio de Al Thori, en Jerusalén Este. Este palestino disparó el año pasado a Yehuda Glick, una de las figuras judías que defiende el derecho de los judíos a orar en la Explanada de las Mezquitas. Glick se salvó, mientras que Hijazi fue abatido en su domicilio al día siguiente.
Miles de israelíes, incluyendo tres miembros del ejecutivo de Netanyahu, se manifestaron en el exterior de la vivienda del primer ministro reclamando acciones más duras.
El último acceso de violencia comenzó el jueves cuando un terrorista palestino mató a una pareja israelí que viajaba en su auto cerca de un asentamiento en Cisjordania, mientras sus cuatro hijos presenciaban la escena desde el asiento de atrás.
Dos días más tarde, un palestino mató a puñaladas a un hombre israelí e hirió de gravedad a su esposa cuando caminaban por la ciudad vieja de Jerusalén, y luego atacó y mató a otro judío.
Netanyahu señaló que las fuerzas de seguridad en Jerusalén y Cisjordania serán reforzadas, previó incursiones sin precedentes del ejército y la policía en los barrios palestinos de Jerusalén, y anunció medidas contra el movimiento islámico israelí, una organización árabe-israelí que es, junto a Hamás y la Autoridad Palestina (AP), la «principal fuente de incitación al odio», afirmó.
«Estamos en una lucha difícil en la que una cosa debe estar clara: ganaremos. Del mismo modo que vencimos las anteriores oleadas de terrorismo, venceremos esta también», aseguró.
Al mismo tiempo que se multiplicaban las protestas en los Jerusalén Este y Cisjordania y hasta en la ciudad israelí de Yaffo, junto a Tel Aviv, Netanyahu visitó el lugar donde palestinos asesinaron al matrimonio Henkin. El premier dijo que Israel instalará cámaras de seguridad en las principales rutas de Cisjordania para prevenir nuevos ataques.
El mandatario hebreo dispuso también esta semana ampliar las detenciones administrativas de participantes en disturbios y prohibición a involucrados en instigación a acercarse a la Ciudad Vieja de Jerusalén y al Monte del Templo.
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