Marwán Barghouti, uno de los más carismáticos líderes de Al Fatah, condenado y encarcelado por Israel a cinco cadenas perpetuas y al que muchos ven como futuro presidente palestino, elogió a la generación de jóvenes que «resisten la ocupación» y señaló que «el último día de ocupación será el primero de paz».
En una poco habitual carta escrita desde prisión, Barghouti apuntó sobre la actual ola de violencia que sufre la región que «la escalada no empezó con el asesinato (hace once días) de dos colonos israelíes (el matrimonio Henkin asesinado ante sus 4 hijos), empezó mucho tiempo atrás y continúa durante años».
«Todos los días hay palestinos asesinados, heridos, arrestados. Todos los días la colonización avanza, el bloqueo de nuestro pueblo en Gaza continúa, la opresión y la humillación persisten», denunció Barghouti, y aseguró que la espiral de violencia es fruto «del rechazo a la libertad palestina».
«Israel elegió la ocupación en lugar de la paz y utiliza las negociaciones como una pantalla de humo para continuar su proyecto colonial», denunció, y acusó a la comunidad internacional de no actuar y ofrecer como solución las mismas recetas que fracasaron en el pasado.
«No puede haber negociaciones sin un claro compromiso israelí para retirarse por completo del territorio palestino ocupado en 1967, el fin de las políticas coloniales, reconocimiento de los derechos inalienables del pueblo palestino, incluidas la autodeterminación y el retorno, y la liberación de todos los prisioneros», advirtió.
Barghouti afirmó que los palestinos «no pueden coexistir con la ocupación y no se rendirán a ella».
En su misiva también culpó al mundo de mirar hacia otro lado ante las violaciones israelíes en Jerusalén cuando esta ciudad santa es «la mecha que puede inspirar la paz o encender la guerra».
«Las acciones israelíes amenazan con transformar un conflicto politico, que puede solucionarse, en una guerra religiosa sin fin», dijo.
Cuando se cumplen once días seguidos de violencia y disturbios, en los que murieron 25 palestinos y 4 israelíes, Barghouti felicitó a una generación que «se levantó sobre la división política y geográfica y no esperado instrucciones para defender su derecho y su deber de resistir esta ocupación».
«Lo está haciendo desarmada, confrontando a una de las mayores potencias militares mundiales», aseguró, antes de agregar que está convencido de que «la libertad y la dignidad triunfarán».
La voz de Barghouti es escuchada con gran respeto en la calle palestina por partidarios de distintas facciones.
Nacido en 1959 en la aldea de Kobar (Cisjordania), se unió al partido Al Fatah en 1974 y apenas cuatro años después, con 15 años, fue arrestado por vez primera. En 1980, fundó el ala juvenil de Al Fatah y en 1984 fue designado presidente de la asociación estudiantil de la Universidad de Birzeit.
Durante la segunda Intifada (2000-2004) organizó y dirigió atentados terroristas. Fue capturado y acusado del asesinato de cinco civiles israelíes.
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