El presidente de la APalestina (AP), Mahmud Abbás, dijo que su pueblo continuará con la resistencia contra la ocupación militar israelí y la violencia de los colonos judíos, y acusó a Israel de intensificar sus agresiones y de ejecutar a «palestinos indefensos» en las calles.

«La escalada israelí tiene por objeto encender las llamas de un conflicto religioso no sólo en la región, sino en todo el mundo», afirmó Abbás en un discurso televisado y en medio de una ola de violencia que ya dejó 34 palestinos y 7 israelíes muertos desde principios de mes.

«No dejaremos que prospere ningún plan israelí en relación a Jerusalén o la Mezquita de Al Aqsa», aseguró Abbás en alusión a temores palestinos de que Israel planee alterar las reglas que impiden a los judíos rezar en el Monte del Templo.

«No vamos a atacar a nadie y no aceptaremos nunca ningún ataque contra nosotros. Informamos al mundo de que no aceptaremos la continuación de la actual situación», subrayó.

«No nos rendiremos ante las políticas de ocupación de Israel ni ante las de sus colonos, que aterrorizan nuestros lugares sagrados, a nuestras mujeres, nuestra tierra y ejecutan a nuestros jóvenes. Continuaremos con la resistencia y con nuestro derecho a defendernos», agregó.

Abbás responsabilizó al Ejecutivo israelí de sus políticas y de los asaltos de colonos judíos al pueblo palestino, que, alertó, «están amenazando el proceso de paz y la tranquilidad en la región».

El líder se refirió puntualmente a un adolescente palestino de 13 años, coautor con otro menor de 15 años el pasado lunes del apuñalamiento de dos israelíes de 13 y 24 años en Pisgat Zeev y que - dijo - fue abatido por las fuerzas israelíes, aunque Israel asegura que solo está herido.

«Todos los casos de ejecuciones sobre el terreno, el nuevo arma israelí empleada contra nuestros niños y jóvenes de Jerusalén, serán llevados ante el Tribunal Penal Internacional», recalcó.

El presidente de la AP apenas se pronunció hasta ahora sobre la actual oleada de violencia y dejó a sus asesores y allegados transmitir sus opiniones, en las que hasta hoy no pronunció condenas expresas a los ataques contra israelíes.

Abbás aseguró que su pueblo es partidario de la paz y subrayó que «tiene derecho a defenderse a través de la resistencia pacífica y la lucha legal y política, pero no permanecerá rehén de acuerdos que Israel no respeta».

El madatario aludió así a los Acuerdos de Oslo, a cuya denuncia abrió la puerta el mes pasado con un un discurso en la ONU en el que enumeró toda una serie de violaciones israelíes y señaló que ya no se sentía más obligado a cumplir esos pactos que desde 1993 marcaron la hoja de ruta del proceso de paz.

También afirmó que la paz, la calma y la seguridad no pueden alcanzarse sin el fin de la ocupación israelí y el establecimiento de un Estado palestino en las fronteras de 1967.

Analistas políticos consideran que Abbás, consciente de que las protestas juveniles responden a la frustración de las nuevas generaciones ante la falta de un horizonte político y económico, es partidario de no reprimirlas, ante el temor de que se vuelvan contra la clase dirigente partidaria de negociar con Israel.

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