El grupo yihadista Estado Islámico (EI) fue acusado por organizaciones sirias de haber utilizado armas químicas, tras un informe de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) que confirmó que se utilizó gas mostaza durante combates en agosto.
Por otro lado, en el centro de Siria el régimen de Bashar al-Assad perdió la última de sus posiciones conquistadas el mes pasado con la ayuda de la aviación rusa, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
La OPAQ ya había denunciado que otra arma química, el gas de cloro, fue probablemente utilizado en marzo en Idleb (noroeste).
«El equipo pudo confirmar con la mayor certeza que por lo menos dos personas resultaron expuestas al gas mostaza y que es muy probable que los efectos del arma química provocaron la muerte de un niño», indicó la OPAQ en un comunicado.
Para el director de la OSDH, Rami Abdel Rahmane, fue el «Estado Islámico el que utilizó gases tóxicos durante su ataque el 21 de agosto contra Marea», una localidad siria fronteriza con Turquía y en manos de los rebeldes.
Presente en la localidad el día del ataque, un periodista de Shahba Presse (agencia pro-rebelde), Mamun al-Jatib, indicó por Internet: «Sabemos que fue el EI pues todos los obuses eran lanzados desde el este de Marea y esta región estaba totalmente en manos del EI».
El EI trataba desde hace meses de tomar Marea, considerado como la mayor reserva de rebeldes y de armas en la provincia de Alepo (norte).
En la provincia de Idleb, en el noroeste de Siria, otro equipo de expertos concluyó que en los «incidentes de marzo de 2015 hubo al parecer utilización como armas de uno o varios agentes químicos, como el gas de cloro», afirmó el comunicado de la OPAQ.
Ese ataque fue perpetrado por el régimen de Damasco, según organizaciones de derechos humanos.
Seis miembros de una misma familia, entre ellos tres niños, murieron en un ataque con gas «realizado por el régimen» en Sarmine, según la OSDH.
Amnistía Internacional (AI) denunció un «crimen de guerra» de Damasco, luego de dos ataques efectuados el 16 de marzo por helicópteros del régimen.
Queda pendiente saber el origen de ese gas mostaza. Para Rami Abdel Rahmane, «no venía de Siria sino probablemente de Turquía o Irak».
«O el EI cuenta en su rangos expertos formados bajo el régimen de Saddam Hussein en Irak que lo ayudaron a obtener esos productos químicos, o los obtuvo en los depósitos del régimen en Palmira, ciudad que está en sus manos», agregó.
En el centro de Siria, grupos islamistas, entre ellos Ahrar al-Cham, se apoderaron de Achan y de localidades cercanas, recuperando de esta manera todas los lugares tomados por el régimen sirio hace un mes en la provincia de Hama, según la OSDH.
El ejército sirio, apoyado por milicias pro régimen y por bombardeos rusos, había tomado el control de Achan el 10 de octubre.
«Dieciseis miembros del ejército sirio y de grupos pro-régimen y por lo menos siete rebeldes murieron en los combates en Achan», indicó Rahmane.
«Se perdió todo lo obtenido por las fuerzas de Assad con apoyo de bombardeos rusos en la región. Es un fracaso para su régimen», afirmó.
De todas maneras los misisles antitanque de fabricación estadounidense TOW parecen más eficaces en el terreno que los bombardeos aéreos.
Según la Oficina de las fuerzas revolucionarias en Siria, los rebeldes destruyeron 123 tanques del ejército sirio en octubre, y cada día los insurgentes colocan en Twitter videos de ataques con esos misiles.
Iniciado en 2011 tras la sangrienta represión de las manifestaciones que reclamaban reformas, el conflicto en Siria causó la muerte de más de 250.000 personas y el éxodo de millones de ciudadanos de ese país.
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