Pese a los reveses militares de los últimos meses, el Estado Islámico (EI) no detiene su ola de destrucción. Ahora redujo a escombros el monasterio cristiano más antiguo de Irak, la víctima más reciente de la implacable ofensiva sobre sitios culturales históricos perpetrada por la agrupación jihadista.
Lugar de rezo desde hace 1.400 años, el monasterio de San Elías, ubicado en una colina sobre Mosul, en el norte de Irak, fue arrasado por EI. La destrucción del monasterio, que en la última década era visitado con frecuencia por las tropas estadounidenses en Irak, se suma a la ya larga lista de monumentos y sitios arqueológicos destruidos por el grupo, que los considera herejes o contrarios a su particular visión del islam.
Como consecuencia de esta ofensiva, más de 100 lugares o estructuras históricas y religiosas - entre ellos mezquitas, tumbas, santuarios e iglesias - fueron saqueados o destruidos por el EI, que controla parte de los territorios de Irak y Siria.
Monumentos antiguos en las ciudades de Nínive, Palmira y Hatra fueron reducidos a escombros. Allí, los museos y bibliotecas fueron saqueados y sus libros y obras de arte, destruidos o vendidos por los militantes yihadistas.
La información sobre la destrucción de San Elías surgió luego de que la agencia The Associated Press (AP) solicitó a la empresa DigitalGlobe una serie de imágenes satelitales del lugar con una cámara de alta resolución.
El resultado confirmó los peores temores de las autoridades eclesiásticas y los conservacionistas: las fotografías obtenidas, luego de compararlas con imágenes tomadas previamente, reflejaban que el monasterio de San Elías ya no estaba en pie. La estructura, de unos 2.500 metros cuadrados, que tenía el techo incompleto, contenía 26 salones que incluían un santuario y una capilla.
Un mes después de las primeras tomas, «las paredes de piedra fueron literalmente pulverizadas», dijo el analista Stephen Wood, director ejecutivo de Allsource Analysis, que opinó que la devastación ocurrió entre agosto y septiembre de 2014.
«Usaron bulldozers, equipos pesados, mazos, quizás hasta explosivos, para reducir toda la estructura a polvo. La destruyeron completamente», agregó Wood desde su oficina en Colorado.
En Erbil, la principal ciudad del Kurdistán iraquí, el cura católico Paul Thabit Habib quedó atónito al ver las imágenes. «La historia de la cristiandad en Mosul está siendo destruida de manera bárbara'», alertó. «Consideramos que éste es un intento de expulsarnos de Irak, de eliminarnos, de exterminar nuestra existencia en esta tierra», advirtió Habib.
El convento, también conocido como Dair Mar Elia, en homenaje al monje asirio Mar Elia, que lo fundó en 595, fue destruido en 1743 por orden del líder persa Nadir Shah Tahmaz y los monjes que habitaban allí fueron asesinados. Sin embargo, se reconstruyó a principios del siglo XX.
En siglos anteriores, generaciones de monjes encendieron velas en sus nichos y rezaron en su capilla. Durante 1.400 años, el complejo sobrevivió a los ataques de la naturaleza y de la actividad humana. Pero no resistió la furia destructiva de EI.
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