El primer ministro israelí, Binyamín Neyanyahu, declaró que su gobierno está decidido a defender los asentamientos judíos en Cisjordania y que tratará de agilizar el proceso legal para que un grupo de colonos pueda regresar a dos edificios disputados en Hebrón.

Netanyahu habló dos días después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) expulsaron a unos 80 colonos judíos que se mudaron a dos emplazamientos en Hebrón. Las autoridades decidieron que los edificios permanecerán clausurados hasta que los tribunales determinen a quién pertenecen.

El primer ministro afirmó que permitiría que los colonos hebreos expulsados por las FDI) regresen a la zona una vez que tengan los permisos apropiados.

Los colonos fueron retirados de Hebrón el pasado viernes, un día después de que el ministro de Defensa, Moshé Yaalón, postergó la aprobación necesaria para que pudieran ocupar los departamentos en una ciudad donde las tensiones entre israelíes y palestinos son cada vez mayores.

El grupo de colonos informó que había comprado las casas a sus propietarios palestinos, pero Yaalón señaló que no habían obtenido el permiso de las autoridades israelíes para mudarse y estaban ingresando ilegalmente al lugar.

Un colaborador de Netanyahu informó que el mandatario apoyó la decisión de Yaalón de expulsión, una medida que generó críticas de miembros de ultraderecha de su coalición y amenazas de que le restarían su respaldo en votaciones en el Parlamento.

En comentarios públicos durante la reunión del Ejecutivo del domingo, Netanyahu destacó que su gobierno «apoya a los asentamientos, pero somos una nación regida por las leyes y las leyes hay que respetarlas».

No bobstante, aseguró que aceleraría la revisión del caso.

«En el momento en que el proceso de compra sea aprobado, permitiremos que se habiten las dos casas de Hebrón», explicó Netanyahu, confirmando los comentarios de su asesor.

Decenas de colonos judíos se apoderaron de dos viviendas en Hebrón, en las inmediaciones de la Tumba de los Patriarcas, que se encontraban vacías, precisaron medios locales al informar del suceso que se desarrolló sin coordinación con las autoridades militares israelíes en la zona.

De acuerdo con la edición de «Haaretz», unas decenas de colonos residentes en Hebrón entraron en las viviendas en el barrio de Avraham Avinu y anunciaron que habían comprado los edificios.

Poco después, se produjeron enfrentamientos entre palestinos e israelíes.

Las FDI emplearon medios antidisturbios y cerraron todas las entradas a las viviendas a fin de impedir que se recrudecieran los altercados.

En paralelo a los que tomaron las viviendas, familiares de colonos acudieron al lugar con pertrechos para pasar la noche.

El alcalde de la colonia judía de Kiriat Arbá, en Hebrón, presentó a las FDI unos documentos que según el rotativo, confirmaban la adquisición de las viviendas, extremo que las autoridades israelíes están verificando su autenticidad.

El suceso se produce en un momento de extrema tensión en la región, donde se registraron decenas de ataques en los últimos cuatro meses.

La compra y toma de las estructuras en el casco antiguo de Hebrón expande significativamente la presencia de asentamientos judíos en la ciudad y es considerada por los colonos «una respuesta apropiada a la terrible ola de terrorismo que lleva cerca de medio año en Israel, en la que los judíos son asesinados a diario».

El ministro de Absorción y Asuntos de Jerusalén, Zeev Elkin, del Likud, felicitó a «los colonos de Hebrón por su acción determinante para la expansión de la presencia judía en la ciudad de nuestros antepasados».

Con 200.000 habitantes, Hebrón es la ciudad cisjordana palestina más poblada en cuyo centro residen cerca de 800 colonos judíos fuertemente protegidos por las FDI.

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