El captagón, un estimulante sintético conocido en Occidente como «la droga del Estado Islámico (EI), mueve miles de millones de dólares anuales y todo apunta a que ese grupo yihadista es uno de sus principales productores, alertaron expertos de la ONU en Viena.
Se trata de la droga más popular entre los jóvenes de Oriente Medio y que sus principales mercados están en las ricas monarquías del Golfo Pérsico.
Ángela Me, responsable de investigación y análisis de tendencias de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) explicó que esta sustancia es una mezcla de anfetamina y cafeína.
«El captagón mueve miles de millones de dólares en Oriente Medio y todos los datos indican que el EI se convirtió en un gran productor», explicó Me en la sede vienesa de la ONUDD.
El polémico estimulante es conocido en Occidente como «la droga de los yihadistas» por su supuesto empleo entre los miembros del EI.
La experta reconoció que la ONU no tiene datos exactos sobre el uso del captagón en las zonas de combate.
No obstante, Justice Tettey, jefe de la Sección Científica de la ONUDD, consideró que el amplio uso de estimulantes, como anfetaminas o metanfetaminas, en conflictos desde la Segunda Guerra Mundial, y su disponibilidad en regiones controladas por el EI, apuntan claramente a su uso en combates.
El consumo de esta droga aumenta la atención y mantiene la vigilia, genera una sensación de bienestar y de mayor motivación, al tiempo que retrasa la sensación de hambre y fatiga.
A su vez, la ONUDD negó que el captagón tenga propiedades para reducir la sensación de dolor, el miedo, o que aumente la agresividad y la fuerza.
Eso sí, la sustancia genera una gran dependencia física y psicológica, y si se deja de consumir se cae en fases de insomnio, cansancio, ansiedad, irritabilidad y, en algunas personas, puede generar incluso alucinaciones y principios de psicosis.
Los expertos de la ONUDD no ocultaron su preocupación por el gran incremento de incautaciones en los últimos meses, con varios alijos en Turquía y Líbano de millones de pastillas.
Cada pastilla se vende a un precio de entre 5 y 20 dólares. «Las incautaciones de millones de pastillas son sólo la punta del iceberg», sostuvo Me.
Si a principios de los años 2000 apenas había decomisos de esta droga, en 2011 ya fueron 20 toneladas, y todo apunta a que en 2015 fueron bastantes más, lo que indica que hay «un gran mercado», alertó la experta.
Es difícil calcular la producción aproximada de captagón porque, como toda droga sintética, se fabrica con productos químicos básicos cuyo rastro no es fácil de seguir.
«Estas drogas se pueden producir en cualquier sitio. Saber cuánto se produce es realmente difícil, al contrario que las drogas que provienen de plantas, como la heroína, sobre las que puede hacerse una estimación por la superficie cultivada», indicó Tettey.
Hace unos 15 años se producía en Europa del Este y de allí era transportada a Oriente Medio, pero desde principios de la década la producción se trasladó a la propia región consumidora.
«Ahora se fabrica en Oriente Medio, especialmente en regiones que eran de Siria, y desde allí se trafica a través de Jordania y Líbano, hasta uno de los principales mercados, que es Arabia Saudita», agrego Me.
Según la experta, en la producción y el tráfico de la droga están involucradas organizaciones criminales regionales.
El EI se encarga de trasladar el captagón hasta sus fronteras y desde allí otros grupos asumen el tráfico y la venta al por menor.
Todo apunta a que estos narcotraficantes no están vinculados al EI ni a ningún bando de la guerra civil en Siria.
«Son simplemente criminales, su único partido es la búsqueda de beneficios», dijo Me.
«A la mayoría de los criminales les preocupa más el beneficio que la política y la guerra, sólo quieren hacer dinero», añadió.
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