Líderes políticos y religiosos expresaron su solidaridad con los monjes del Monasterio de Latrún, cerca de Jerusalén, el cual fue atacado por vándalos la noche del martes. Varias delegaciones visitaron el sitio durante el transcurso del miércoles y condenaron los actos terroristas del grupo racista y extremista «Etiqueta de Precio».
El viceministro de Exteriores israelí, Danny Ayalón, visitó el monasterio y se reunió con el abad del convento, el Padre René. «En nombre del Gobierno de Israel y del pueblo de Israel, vine aquí para darte la mano. Este acto de terrorismo en contra de ustedes daña no sólo a la gente del lugar, sino también al pueblo judío y al Estado de Israel», afirmó.
«Estos actos terroristas no representan al sionismo ni al judaísmo, sino todo lo contrario», aseguró Ayalón, agregando que el Gobierno no iba a permitir que la libertad de religión y de culto sea perjudicada, y que hará todo lo posible para llevar a los culpables ante la justicia.
Po su parte, el Padre René agradeció y dijo que la visita del viceministro y sus palabras conmovieron a los monjes y les dio fuerzas para seguir adelante.
Asímismo, rabinos del movimiento reformista llevaron a cabo un servicio de oración en el monasterio en protesta por el ataque donde vándalos pintaron con aerosol «Jesús es un mono», junto con nombres de asentamientos ilegales evacuados, y quemaron la puerta de entrada, como protesta por el desalojo del puesto de avanzada en Migrón en Cisjordania.
Tras el servicio, el director del movimiento reformista, el rabino Gilad Kariv, lleyó una carta firmada por el Consejo de Rabinos Progresistas, en donde aseguraban que «En estos tiempos difíciles para la comunidad, deseamos tomar su mano y estar a su lado. Creemos que este hecho profanó la casa de oración que es su monasterio, y profanó la tradición judía y su fe en un solo Dios, que todos hemos sido creados a su imagen».
«No tenemos ninguna duda de que la gran mayoría de los israelíes se oponen totalmente a este acto y se sienten avergonzados por él, y esperamos que los organismos encargados de hacer cumplir la ley, hagan lo que se espera de ellos, detengan a los responsables, los lleven ante la justicia, así como también lidien con el ambiente en que estos hechos se han llevado a cabo, creado por el liderazgo rabínico oficial», agregó.
Kariv también dijo a los monjes que el movimiento reformista inició una campaña de recaudación de fondos en la comunidad reformista en Israel y en el extranjero a fin de reparar el daño hecho al monasterio.
Horas antes, un grupo de activistas de la vecina localidad de Beit Shemesh llegó al monasterio para expresar su solidaridad con los monjes. El grupo, involucrado en una campaña contra el extremismo ultraortodoxo, llevó flores y ayudó a limpiar las pintadas en las paredes.
«Hemos venido a decir que condenamos lo que se hizo aquí», dijo el rabino Dov Lipman, organizador la visita. «Nosotros en Beit Shemesh vivimos muy cerca de ustedes, así que nos era importante expresar nuestro deseo de convivir en paz, con buenas relaciones entre las comunidades y hacer hincapié en que el judaísmo no permite ni tolera este tipo de comportamiento».
Notas relacionadas:
Israel: Radicales judíos vandalizan convento católico
Cinco judíos extremistas acusados de atacar una base militar israelí
Aldea de convivencia entre árabes y judíos atacada por extremistas